El gobierno busca bajar al mínimo el gasto de 7 millardos de dólares al año por concepto de importación de gasolina, para abastecer el mercado interno de derivados de hidrocarburos a través de un plan de racionamiento inducido del combustible, aseguraron fuentes del mercado interno que solicitaron no mencionar sus nombres, publica El Nacional.
Por ANA DÍAZ | ANADIAZ@EL-NACIONAL.COM
“Al Ejecutivo no le basta con que el consumo nacional haya pasado de 180.000 a 120.000 barriles diarios como consecuencia de la contracción económica del país, sino que quiere ir más allá imponiendo cupos fijos a los conductores a través del carnet de la patria”, afirmó una de las fuentes.
Destacó que el carnet más el dispositivo de biopago en los surtidores de las estaciones de servicio son los mecanismos utilizados para implantar su adquisición limitada, a lo que se suma el control político sobre los tenedores del documento.
“Muchos conductores –el gobierno asegura que más de 80%– tuvieron que sacar el carnet con la promesa de un subsidio en el precio de la gasolina, pero eso solo es un paso para imponer un racionamiento abierto con volúmenes fijos preestablecidos”, advirtió otra de las fuentes.
A finales de julio, el presidente Nicolás Maduro informó que el combustible “debe venderse a precios internacionales” –todavía no ha anunciado cuáles serían las tarifas– y que se iba a un sistema de subsidio directo al precio mediante el carnet de la patria y del registro nacional automotor.
El registro, realizado en agosto, fue severamente cuestionado por la oposición debido a que la exigencia del carnet para optar al descuento del carburante es un medio ilícito de control político de la población.
Pero el objetivo principal, señalaron las fuentes, es disminuir el peso económico de la gasolina importada cuyo precio internacional está aproximadamente en 100 dólares el barril, pero el precio de venta al público en Venezuela es de 1 y 6 bolívares –del cono anterior– para la gasolina de 91 y 95 octanos, respectivamente. Petróleos de Venezuela no tiene flujo de caja para importarla por la disminución del ingreso de divisas por exportaciones petroleras, ante la continua caída de la producción de crudo a 1,2 millones de barriles diarios en septiembre.
Limitación
Las fuentes alertaron que el gobierno y la politización de Pdvsa son los causantes de la alta dependencia de la gasolina importada, que debería ser producida en las refinerías nacionales, pero debido a la falta de mantenimiento e inversión operan a menos de 30% de su capacidad de 1,3 millones de barriles al día.
En el pasado, las operaciones de las refinerías de Amuay-Cardón, Puerto La Cruz y El Palito, ubicadas en los estados Falcón, Anzoátegui y Carabobo, suplían las necesidades del mercado interno y eran una fuente importante de divisas por exportaciones y otros productos derivados del petróleo.
Fuentes sindicales del sector señalaron que actualmente Pdvsa provee, y de manera irregular, pocos volúmenes de crudo a las refinerías por el desplome de la producción y que, además, las plantas procesadoras están paralizadas o sus operaciones limitadas al punto de proporcionar un poco más de 20% de gasolina al mercado interno.
“Un desastre”
Concesionarios de estaciones de servicio de la región capital y del estado Vargas advirtieron que siguen los problemas en el sistema y en los dispositivos de biopago de la gasolina. “Continúan las dificultades de conectividad electrónica con Pdvsa y los bancos, lo que impide la lectura del carnet de la patria, la huella y las tarjetas de débito”, informó el dueño de una bomba.
Otro destacó que la prueba piloto nacional de conexión con Pdvsa, realizada la semana pasada en 1.200 expendios de gasolina del país, fue “un desastre”, pues solo 2 bombas lograron conectarse.
Contó que el robo del cableado telefónico complica la implantación del sistema en las estaciones de servicio extraurbanas. “Allí han intentado conexiones vía satélite y la instalación de antenas, pero eso tampoco ha funcionado”.
Los concesionarios también indicaron que el suministro de combustible de Pdvsa a las gasolineras continúa de manera irregular e intermitente.