Una semana después de que el huracán Michael llegara al noroeste de Florida con su poderosa fuerza destructora, miles de personas siguen hoy fuera de sus casas y sin electricidad ni teléfono en medio de los primeros pasos de una tarea de recuperación que necesariamente será difícil y costosa.
EFE
En México Beach, por donde Michael entró a Estados Unidos el pasado 10 de octubre con vientos de 155 millas por hora (250 kilómetros por hora), ya no queda ninguno de sus habitantes por localizar, según dijo a Efe por teléfono el alcalde, Al Cathley.
El alcalde confirmó que en esa localidad costera de un millar de habitantes se registraron cuatro de las alrededor de 30 muertes relacionadas con Michael que hasta ahora se han reportado.
Los equipos de rescate hallaron el martes dos cuerpos, de un hombre y una mujer que habían quedado al descubierto al bajar las aguas que anegaron partes de Mexico Beach debido a la marejada provocada por el ciclón. La crecida llegó a superar los 14 pies (4,2 metros) en algunos lugares, según datos suministrados por servicios meteorológicos.
Una señal de que el proceso de recuperación ha arrancado es el lanzamiento de la Operación Tejado Azul, de la Agencia de Manejo de Desastres (FEMA) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, que tiene como objetivo posibilitar que los damnificados puedan volver antes a sus casas.
Según explicó hoy el gobernador de Florida, Rick Scott, se va a facilitar de manera gratuita a los damnificados de 12 condados del noroeste del estado unas láminas plásticas de color azul para que las coloquen sobre sus viviendas, con el fin de hacerlas habitables y evitar daños adicionales mientras acometen las reparaciones definitivas.
Un recuento preliminar encontró que 2.544 construcciones resultaron dañadas, 669 presentaban fallos graves y 162 fueron destruidas por Michael en el condado Bay, al que pertenece México Beach y Panama City, una localidad costera con una población de más de 37.000 habitantes.
Según la web Poweroutage.us, que informa de los apagones en EE.UU., en el condado de Bay las compañías eléctricas han logrado ya restablecer el servicio eléctrico a más de la mitad de los clientes mientras que la situación casi volvió a la normalidad en Georgia, las Carolinas y Virginia, por donde pasó Michael.
No hay datos referidos exclusivamente a México Beach, donde también se espera una ayuda para que los vecinos puedan estar mejor comunicados entre sí y sus seres queridos.
Para hoy está previsto que un helicóptero especial de la compañía AT&T sobrevuele la zona para proveer datos, voces y servicios de texto a sus clientes desde el aire, según informó la web Mypanhandle.com.
Verizon, que este martes fue regañada por el gobernador Scott por el retraso en restablecer el servicio de telefonía celular, anunció hoy que dará tres meses gratis a sus clientes en la zona del huracán.
“No vamos a descansar hasta que el Panhandle y el Big Bend (como se conocen las dos regiones del noroeste del estado más afectada) se hayan recuperado plenamente de esta tormenta”, dijo hoy Scott.
En la zona rige el toque de queda desde las 6.30 de la tarde, pero aun así cada noche se detiene a una decena de saqueadores de casa, según han dicho fuentes policiales a medios locales.
En un informe de situación publicado hoy por la oficina de Scott se informó de que más de 1.830 agentes de fuerzas de seguridad han sido desplegados desde la llegada de Michael en la zona y han realizado hasta ahora 183 misiones. En los próximos tres días, un contingente de 150 uniformados relevará a los que están actualmente operativos.
La base para todas las operaciones de ayuda y rescate se ha establecido en Tallahassee, la capital de Florida y la ciudad más grande en la zona del noroeste del estado. Según el diario Tallahassee Democrat, es imposible encontrar estos días una habitación de hotel o donde alojarse en esa ciudad, a la que han llegado no solo muchos desplazados de los condados más afectados por Michael.
También hay miles de integrantes de equipos de rescate, organismos oficiales, organizaciones humanitarias y la Guardia Nacional, para los que se están montado campamentos con tiendas de campaña y albergues provisionales en universidades y otros lugares.
El suministro de electricidad es hoy prácticamente normal en el condado Leon, en el que está enclavada la capital floridana. No ocurre lo mismo en Calhoun, uno de los condados más pobres de Florida, donde casi el 100 % de los clientes de las dos compañías que prestan el servicio están a oscuras, según Poweroutage.us.