Venezuela vuelve a estar en la mira de la prensa de habla alemana. Entre otros, un diario suizo halla en el empobrecimiento de Punto Fijo, una ciudad otrora espléndida, la metáfora perfecta del descalabro de una nación, publica Deutsche Welle.
Cada cierto tiempo, la prensa europea recurre a anécdotas tan impactantes como representativas de la crisis venezolana para que sus lectores puedan visualizar una situación que de otra manera les resultaría inimaginable. A veces, las meras noticias no bastan. Este miércoles (24.10.2018), por ejemplo, el diario suizo Neue Zürcher Zeitung, escrito en alemán, publicó un artículo titulado “Un tesoro en ruinas” en el que describe el progresivo deterioro de la refinería de Amuay, “que alguna vez fue la joya de la industria petrolera local y el orgullo de la ciudad de Punto Fijo”, la urbe más poblada del estado noroccidental de Falcón.
Citando a lugareños y trabajadores petroleros bajo condición de anonimato –muchos temen ser objeto de represalias del Gobierno de Nicolás Maduro–, la autora del texto, Nicole Anliker, cuenta la historia del descalabro de esa refinería y el consecuente empobrecimiento de Punto Fijo. “La arena de los médanos cubre la calle principal casi por completo. Los puestos para el cobro de peaje automotor están abandonados. Los restos oxidados de un tarantín y una valla publicitaria lucen como esqueletos en el paisaje. Los centros comerciales están vacíos y casi no se ven autos en las calles”, relata Anliker.
Punto Fijo, “ciudad fantasma”
Esa atractiva localidad de la península de Paraguaná es retratada hoy como una “ciudad fantasma”, oscura y seca, sin electricidad ni agua. Para el periódico suizo, este panorama es emblemático del estado general de la nación que cuenta con las reservas de petróleo más grandes del mundo. El reportaje de Anliker trae a la memoria uno publicado hace dos meses (24.8.2018) por el semanario alemán Der Spiegel y titulado “Drama familiar en Venezuela, donde los padres abandonan a sus niños por necesidad”; allí, Jens Glüsing documentó el hallazgo consecutivo de 243 bebés abandonados en Araira, una parroquia en las afueras de la capital, Caracas.
En la Europa de habla alemana, cada medio analiza la tragedia venezolano desde su óptica particular. “¿Son las monedas digitales las salvadoras de las economías en crisis?”, preguntaba este lunes (22.10.2018) Christian Allner, comentarista del diario austríaco Der Standard, antes de aludir a Venezuela y al escollo en que se encuentra. “A estas alturas son varios los Gobiernos que tienen las criptomonedas en la mira. Sobre todo Venezuela. La moneda del país sudamericano, el bolívar, fue depreciada en un 96 por ciento en agosto; luego, su valor fue acoplado al de la nueva criptomoneda local, el petro”, recordaba el bloguero de Der Standard.
Una crisis que “debió ser prevenida y evitada”
“El Gobierno venezolano espera que eso ponga fin a los problemas económicos que enfrenta”, decía, no del todo convencido de la efectividad de la iniciativa. “No está claro si estas medidas drásticas constituyen una idea revolucionaria o un enorme error”, cerraba Allner su columna del lunes. Al día siguiente, el episodio venezolano que acaparó la atención de la prensa germana ni siquiera tuvo lugar en Venezuela: la actriz estadounidense Angelina Jolie, quien en 2012 fue nombrada Enviada Especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, visitó en Perú un albergue ocupado por migrantes venezolanos.
“La crisis es tanto más chocante porque debió ser prevenida y evitada”, declaró Jolie tras un encuentro con Martín Vizcarra, presidente de Perú, donde medio millón de venezolanos se han asentado, huyendo del hambre, la violencia y la opresión, según reportó este martes (23.10.2018) Der Spiegel. La revista alemana recogió también la negativa reacción del Ejecutivo de Maduro a los pronunciamientos de Jolie; la élite chavista niega que sus compatriotas emigren masivamente en busca de mejor calidad de vida y mayor seguridad de la que tienen en su tierra natal, y asegura que la información alusiva al éxodo venezolano es parte de una campaña de desprestigio internacional cuyo objetivo es justificar el derrocamiento de Maduro.
(ERS)