La caravana de migrantes, la mayoría hondureños, reanudó su marcha este lunes desde el sur de México rumbo a la capital del país con el objetivo de llegar a Estados Unidos, mientras el presidente Donald Trump calificó el movimiento como una “invasión” a su país, reseña AFP.
Los migrantes partieron del poblado de Tapanatepec rumbo a la localidad de Niltepec, en el sureño estado de Oaxaca, donde se espera que por la tarde los dirigentes del movimiento den una conferencia de prensa.
El trayecto entre ambos poblados es de unos 56 km.
En tanto, Trump volvió a decir este mismo lunes que miembros de pandillas están marchando en la caravana.
“Muchos miembros de pandillas y algunas personas muy malas están mezcladas en la caravana que se dirige a nuestra frontera sur”, escribió Trump en Twitter.
“Por favor, regresen, no serán admitidos en Estados Unidos a menos que pasen por el proceso legal. ¡Esto es una invasión de nuestro país y nuestros militares los están esperando!”, agregó.
En un intento de atender el problema, el gobierno de México lanzó un programa dirigido a migrantes que ofrece asistencia médica, educación y trabajo temporal con la condición de que soliciten refugio y permanezcan en Oaxaca y Chiapas.
En una votación a mano alzada organizada el viernes por el presidente de Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mujica, cuando los migrantes se encontraban en el sureño estado de Chiapas, la mayoría votó por solicitar en persona en Ciudad de México un permiso migratorio.
Según el resultado de la negociación con el gobierno, se determinará el rumbo de la caravana.
De concederse el permiso, la caravana podría fragmentarse para que aquellos que tengan posibilidades viajen por su cuenta a Estados Unidos, mientras que otros podrían seguir en caravana o quedarse en México a la espera de obtener el estatus de refugiados.