La poderosa líder opositora peruana Keiko Fujimori fue detenida este miércoles apenas un juez dictó una orden de prisión preventiva en su contra por 36 meses, acusada de recibir aportes ilegales de campaña de la brasileña Odebrecht.
El juez Richard Concepción Carhuancho dictó orden de detención inmediata contra Keiko, de 43 años, quien abrazó en el tribunal a su marido, Mark Vito Villanella, a quien le corrían las lágrimas, antes de irse detenida conducida por varios agentes de policía, observaron periodistas de la AFP.
“La única medida necesaria en su caso es indudablemente la prisión preventiva”, dijo el magistrado.
El juez indicó que la evidencia de la fiscalía demostraba que Keiko dirigía una “organización criminal de facto que se ha enquistado dentro del partido” fujimorista, que blanqueaba dinero de origen ilícito, y que la investigada tiene un “alto peligro de fuga”.
La solicitud de prisión fue pedida por el fiscal José Domingo Pérez, que la acusa de recibir 1,2 millones de dólares aportados en forma ilegal por la cuestionada constructora brasileña para su campaña de 2011.
“A juicio de este despacho existe sospecha grave” de que Keiko lavó dinero, declaró Carhuancho, a quien esta líder política de ancestros japoneses acusa de estar coludido con el fiscal Pérez.
Se da por descontado que la abogada de Keiko, Giuliana Loza, apelará esta decisión, para lo que tiene tres días de plazo.
Keiko, quien asistió a la audiencia con su marido y vestida de negro, estuvo una semana detenida en forma “preliminar” por la misma causa a mediados de mes, igual que sus coacusados Pier Figari y Ana Herz.
El juez se tomó casi ocho horas en fundamentar su fallo, aduciendo que el Tribunal Constitucional fijó “un estándar mucho más exigente” para la prisión preventiva cuando en junio liberó al expresidente Ollanta Humala (2011-2016) y su esposa Nadine.
Los Humala eran los únicos políticos peruanos que, antes de Keiko, estuvieron presos (nueve meses) por el caso Odebrecht.
AFP