Las autoridades de Ecuador y Costa Rica se incautaron en aguas del Pacífico de más de 2,2 toneladas de cocaína que pertenecían a Walter Patricio Arizala, alias “Guacho“, cabecilla de un grupo disidente de las FARC, informó hoy la Policía colombiana, que colaboró en la operación.
EFE
Las dos operaciones las realizaron fuerzas de seguridad de Ecuador y Costa Rica y permitieron la captura, en aguas internacionales del Pacífico, de 32 ecuatorianos y tres colombianos, detalló la Policía de Colombia en un comunicado.
En la primera acción, que contó con el apoyo de la Fiscalía colombiana, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y la Policía de Ecuador, se incautaron de 1,6 toneladas de cocaína que estaban ocultas en dos pesqueros.
Durante la operación fueron capturados 31 ecuatorianos, añade la información.
“Las coordinaciones operativas y el intercambio de información permiten este importante resultado operacional para la efectividad en la lucha contra el narcotráfico”, dijo el director de la Policía Antinarcóticos de Colombia, general Fabián Cárdenas, citado en el comunicado.
“Guacho” lidera el autodenominado “Frente Oliver Sinisterra”, uno de los grupos que intentan hacerse con el control de Tumaco, el municipio con más hectáreas de cocaína sembradas y que tiene el segundo puerto de Colombia en el Pacífico.
Ese grupo disidente secuestró y asesinó a un equipo periodístico del diario El Comercio de Quito compuesto por el redactor Javier Ortega, de 36 años; el fotógrafo Paúl Rivas, de 45, y el conductor Efraín Segarra, de 60.
Al parecer la cocaína hallada en los dos pesqueros tenía como destino países de Centroamérica y Estados Unidos.
En otra operación internacional conjunta, autoridades de Costa Rica lograron interceptar una embarcación que transportaba 690 kilos de cocaína y capturaron a cuatro personas, una de nacionalidad ecuatoriana y tres colombianas.
Según las investigaciones, el alijo salió del departamento colombiano de Nariño, fronterizo con Ecuador y en el que se encuentra Tumaco, lo que permitió a las autoridades colombianas alertar a los guardacostas costarricenses quienes incautaron la cocaína.