Este jueves la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) continuó debatiendo la solicitud para finalizar bloqueo que mantiene Estados Unidos a Cuba, en la que 189 países votaron a favor de poner fin al embargo, mientras que dos países (EEUU e Israel) votaron en contra y no se registraron abstenciones en esta oportunidad, decisión que arrancó aplausos de los asistentes.
LaPatilla.com / EFE
Es así como en esta Asamblea General del organismo, queda aprobada -por vigésima séptima vez- una resolución que exige a Estados Unidos poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba.
Con 189 votos a favor y ninguna abstención, los Estados miembros de Naciones Unidas respaldaron el texto cubano, que pide el fin del “embargo económico, comercial y financiero” sobre la isla.
Estados Unidos, que por primera vez había presentado enmiendas para incluir en la resolución críticas a la situación de los derechos y libertades en Cuba, únicamente logró el apoyo de otros dos países, Israel y Ucrania, y no pudo sacar adelante sus propuestas.
Varias decenas de Estados miembros, entre ellos los de la Unión Europea (UE), Canadá, Argentina, Colombia y Brasil, se abstuvieron en las enmiendas estadounidenses y luego apoyaron la resolución de Cuba, tal y como habían hecho en los últimos años.
Tanto la UE como Canadá subrayaron que no se estaban pronunciando sobre el fondo de los problemas de libertades denunciados por EE.UU., sino que consideraban que esta resolución no era el lugar adecuado para abordarlos.
Tras rechazar una tras otra las enmiendas estadounidenses, el pleno de la Asamblea General aprobó una vez más la resolución cubana contra el llamado “bloqueo” casi por unanimidad.
Como hace un año, Estados Unidos e Israel emitieron los únicos votos en contra, mientras que Ucrania y Moldavia, que en 2017 habían apoyado el texto de Cuba, optaron por no votar.
Así, el documento salió adelante con 189 votos a favor, 2 en contra y ninguna abstención.
La Asamblea General ha aprobado todos los años desde 1992 resoluciones como esta para denunciar los efectos negativos del embargo estadounidense y pedir su fin.
El texto, no vinculante, llegó a salir adelante sin ningún voto en contra en 2016, cuando en medio del acercamiento impulsado por la Administración de Barack Obama Estados Unidos e Israel se abstuvieron.
Washington y sus aliados israelíes volvieron al “no” hace un año de la mano del nuevo Gobierno de Donald Trump.
En esta ocasión, Estados Unidos optó por presentar enmiendas a la resolución para intentar introducir mensajes críticos contra Cuba o, al menos, para debilitar el apoyo al texto final.
Inmediatamente después de la votación, la embajadora estadounidense, Nikki Haley, lamentó el resultado y dijo que Naciones Unidas ha dejado pasar una ocasión de hablar “en nombre de los derechos humanos”.
Según Haley, los ciudadanos cubanos han sido una vez más “abandonados por la ONU y la mayor parte de los Gobierno del mundo” ante la “dictadura” de la isla.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, había denunciado por su parte que las enmiendas estadounidenses eran una mera “artimaña deshonesta” para distraer la atención sobre el pronunciamiento contra el embargo.