Los canales de Xochimilco, al sur de la capital azteca, son reconocidos como uno de los lugares más folclóricos de México. Aquí se ubica también uno de los atractivos más tenebrosos del país: la Isla de las Muñecas. Así lo reseña infobae.com
Todo empezó en el año 1950, cuando una joven se ahogó en los canales. Según los relatos del dueño original del lugar, Julián Santana Barrera, una imagen de la mujer regresaba todas las noches para atormentarlo. Como un intento desesperado por evitar esa visita, el hombre empezó a recolectar las muñecas que flotaban en los canales para colgarlas alrededor de la pequeña isla y así ahuyentar al espíritu.
El lugar cobró fama por su singular decoración y tanto turistas como lugareños empezaron a llevar muñecas a la isla, sin saber que el problema de su dueño lejos de resolverse, se hacía más grave: en lugar de ahuyentar al espíritu, la leyenda cuenta que las muñecas empezaron a cobrar vida por las noches y se convirtieron en la compañía de Julián, quien los últimos 25 años de su vida los pasó sin tener contacto con el exterior, rodeado solamente de los singulares juguetes que con el paso del tiempo se han llenado de moho, lodo y polvo, haciendo aún más macabro el ambiente.
En los árboles se pueden apreciar cabezas de plástico a las que les faltan ojos, extremidades sin cuerpos y muñecas de todos los tamaños y estilos que fueron desechadas por sus dueños.
“La gente empezó a contar mucha cosas: que las muñecas eran asesinas, que eran para hacer brujería, que asustaban en las noches, pero las muñecas son para hacer el bien, si no ya me hubieran matado” contó a Infobae Anastasio Santana, sobrino de Julián, quien heredó la isla a la muerte de su tío.
Otras historias aseguran que el hombre era un hechicero que se había vuelto loco y que la mujer ahogada era su esposa o su hija, “pero eso no es cierto porque ni siquiera era casado, una novia que quería mucho lo dejó y nunca volvió a tener otra. Con el tiempo él le perdió el miedo a las muñecas y se dio cuenta que estaban aquí para cuidarlo de ‘La Llorona’, ‘La Sirena’ y lo que él veía, lo único cierto es que el murió en el mismo lugar donde habían encontrado ahogada a la joven, pero él murió de un infarto”.
Los más cercano a la brujería que existe en el lugar, contó el heredero, es una muñeca que su tío encontró en los canales con alfileres clavados, por lo que se sospecha que la usaron para un trabajado de magia negra.
Julián tenía su muñeca favorita, a la que llamó Agustina. Es la única que tiene nombre porque su dueño la consideraba milagrosa al haberla encontrado el 28 de agosto, Día de San Agustín, un santo del que era devoto, y mucha gente va a verla para pedirle que “les quite las malas vibras” o para pedirle favores como suerte en el hogar y en el trabajo.
“La gente llega, le pide un favor, le deja una moneda, una pulserita un billetito, pero todo para bien”, expresó.
De lugar tenebroso a fuente de inspiración
Cada año, principalmente entre los meses de octubre y noviembre –que coinciden con los festejos de Halloween y Día de Muertos-, cientos de personas visitan el lugar atraídas por el macabro panorama.
Para llegar a la isla es necesario viajar dos horas por los canales de Xochimilco, pero eso no ha sido problema para que famosos directores de cine como Tim Burton o Guillermo del Toro, hayan viajado hasta este lugar a encontrar la inspiración o experiencias para sus filmaciones.
“Está ese directos de cine bien famoso, Tim Burton, ha venido dos veces. Guillermo del Toro, también ha venido dos veces… conozco gente bien famosa sin salir de la isla”, expresó Santana, quien no sólo heredó la propiedad sino también la tradición de vivir solo, rodeado de más de 2.000 muñecas.
Cuando se le pregunta si estos directores de cine han incorporado en sus obras algunos elementos de la isla, aseguró que al menos Burton sí lo hizo en “una sobre una muñeca”.
Incluso, Santana aseguró que los creadores de la serie de películas de terror sobre la muñeca “Anabel” se llevaron la ideas de la isla, donde dice que está la figura original, que cuelga del techo de una casa de madera.
A la lista de visitantes famosos se suman los cantes Robbie Williams, hace dos años, y Lady Gaga, pero no cuenta con imágenes ni fotografías con ninguno de ellos porque afirma que está desconectado del mundo, “no tengo ni televisión, sé quienes son y que son famosos porque la gente que los trae me dice quiénes son, pero yo no los conozco”.
Aunque asegura no se trata de un lugar “maldito”, no niega que pasan cosas extrañas, por ejemplo: que muñecas con décadas de antigüedad que cuentan con mecanismos de baterías, de repente se activan y empiecen a sonar.
“Pasan cosas que no me explico y una es que se prenden de repente así nomas. Un día me tocó que como a eso de las 2 de la tarde estaba agachado y me doy cuenta que me estaba viendo una muñeca amarilla y cuando me vio se volteó. También pasa que a veces se caen muñecas de las que están colgadas en los árboles y las que están colgadas empiezan a sonar”, relató Anastasio.
La fama del lugar ha trascendido a otros continentes y ahora cuenta con muñecas traídas desde España, Rusia, Portugal y de países de América del Sur, como Colombia. Ante su éxito, antes de llegar a la propiedad han abierto sus puertas distintas islas pirata, algunas temáticas, como en la que sólo hay peluches.
Si bien es cierto que no se trata de un lugar maldito, Anastasio advierte a los visitantes que quien se atreve a maltratar a las habitantes de la isla, se puede llevar una desagradable sorpresa.