Los constantes anuncios de voceros gubernamentales de que se va a mejorar el consumo familiar mediante las decisiones de recuperación del aparato productivo que se han implementado, no dan los resultados anunciados, asegura el presidente de la Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, Vicente Brito.
“Lo cual lo podemos observar, en que cada día aumentan más aun los niveles de escasez de los alimentos más esenciales, medicinas y de gran parte de los artículos que necesitamos, bien sea para reparar un electrodoméstico o un vehículo donde los pocos repuestos conseguidos son casi todos usados, ya que la existencia de los nuevos son escasas”, asegura.
“Lo que sí es evidente es que la dieta del venezolano se hace cada vez menor en el consumo de carnes, pollo, pescados, leche, huevos, margarinas, pastas alimenticias, caraotas, arroz, azúcar, etc”, agregó.
Explica que “la razón principal es que los programas públicos anunciados para aumentar la producción de alimentos no resultaron, vale destacar el de la agricultura urbana y los planes de siembra y cría implementados a nivel comunal o de organizaciones sociales en las zonas rurales del país”.
“Los números de toneladas producidas no fueron las esperadas pudiéndose observar que en este año no se lograron los aumentos en la cantidad de alimentos anunciados, estos programas urbanos y rurales implementados fueron dotados de recursos e insumos, lo cual no sucedió con los productores privados que carecieron de ellos. No obstante las cantidades producidas a nivel nacional se estima que entre un 80% y 90% fueron obtenidos por los productores privados”.
“Los constantes llamados de la industria farmacéutica para mejorar las importaciones de insumos para mejorar la producción de medicamentos no han obtenido la atención necesaria, manejándose con niveles bajos. Observándose que los programas públicos de importación directa tampoco han logrado cubrir ni tan siquiera las necesidades de los centros hospitalarios”.
Aseveró que “lo mismo ha sucedido con las importaciones realizadas por entidades públicas para traer repuestos, cauchos y otros insumos para vehículos, maquinarias o adquirir electrodomésticos. No se concretaron en las cantidades anunciadas y se observa en la paralización de buena parte del parque automotor y en las maquinarias agrícolas, así como en el desabastecimiento de electrodomésticos a nivel nacional. Cuando esta labor era realizada por las empresas privadas no existían estas dificultades observadas y no se utilizaban recursos públicos para las importaciones necesarias”.
Insiste en que “ya que las empresas nacionales lo hacían con sus propios recursos, como lo venían realizando con bastante eficiencia, sosteniendo con su producción la existencia de cantidades suficientes para satisfacer la demanda nacional. Hoy lo que se observa es como buena parte de las empresas fabricantes de auto partes, productoras de cauchos y de fábricas de electrodomésticos, se encuentran paralizados”.
“Lo cual nos indica que no habrá mejora del consumo sin que se incorpore a las empresas privadas en producir lo que se necesita con urgencia para aumentar el abastecimiento de alimentos, medicinas, repuestos, cauchos, electrodomésticos, etc. Todo lo cual lo producía el sector privado con buena calidad y precios”.
“Es evidente como los distintos programas públicos de importación y de producción no han logrado resultados satisfactorios, considerándose a esta razón como la causa del desabastecimiento”, concluye Brito.