Con peluches y cochecitos, niños migrantes sobreviven al éxodo centroamericano (Fotos)

Con peluches y cochecitos, niños migrantes sobreviven al éxodo centroamericano (Fotos)

Una niña que participa en una caravana de inmigrantes de los países pobres de América Central, principalmente hondureños, que se dirige a los Estados Unidos con la esperanza de una vida mejor, juega con una muñeca en un refugio en Irapuato, en el estado mexicano de Guanajuato, durante su viaje. al norte, el 11 de noviembre de 2018. – Estados Unidos se embarcó el viernes en una política de rechazar automáticamente las solicitudes de asilo de personas que cruzan ilegalmente la frontera mexicana en un intento por disuadir a los migrantes centroamericanos y obligar a México a manejarlos. (Foto de Alfredo ESTRELLA / AFP)

 

Un temible dinosaurio, un osito de peluche vestido con una camiseta que dice “México”, una muñeca voladora, un camioncito viajero y crayones para dibujar los sueños sobre Estados Unidos: en la crudeza del éxodo, estos juguetes “salvan” a los niños durante la caravana migrante.

Hambre, sed, frío, calor, extenuación, miedo, enfermedades, incertidumbre. A cada paso que dan, los migrantes centroamericanos que se aventuraron hace un mes en una caminata hacia Estados Unidos, pagan sin distinción de edad el precio de buscarse una vida lejos de la pobreza y la violencia que viven sus países.

Pero los niños, que junto a sus padres han logrado llegar hasta la mexicana Guadalajara, se escapan a ratos hasta mundos fantásticos a través de sus juguetes.

José Alesander, un hondureño flaquito de 4 años, corre frenéticamente con la cara sucia y los pies descalzos entre miles de colchonetas que la caravana dispuso a la intemperie en su campamento de paso por Irapuato.

Agita los brazos como hélices con unas mangueras de plástico en las manos.

“¡Es un helicóptero!”, exclama con frenesí pasando ante las miradas cansadas y algo tristes de los migrantes adultos.

Endri, su hermano de 3 años, prefiere quedarse quieto en el mundo que creó sobre el piso terroso.

En este universo se enfrenta un sonriente Bob Esponja contra un furioso tiranosaurio rex, mientras un cochecito de carreras esquiva una muñeca sin cabeza y un multicolor cubo de Rubik.

“En Honduras es bastante difícil conseguir juguetes y cuando ellos se encariñan con algo no lo quieren soltar. No dejan que botemos los juegos” aunque las maletas estén repletas y pesadas, dice a la AFP Norma Ramírez, la madre de 23 años de ambos niños.

Al verlos así “me siento bien porque no se dan cuenta de lo que está pasando”, comenta. “Jugando se salvan”.

– Los más vulnerables –

Más del 25% de los que integran la caravana son niños y adolescentes, según estimaciones de la ONG Save the Children.

De su lado, UNICEF advierte que “los peligros de utilizar rutas migratorias irregulares siguen siendo significativos, especialmente para los niños (…) por el riesgo de explotación, violencia y abuso”.

Aferrándose a la mano de su padre, su único acompañante, Michael Miranda, un hondureño de 8 años y grandes ojos marrones, hace una interminable fila bajo el sol para subirse a un tráiler de carga que lo lleve rumbo al norte.

Va arrastrando con un lazo su camioncito amarillo, sobre cuyo techo ató su mochila.

“¡Vamos a conocer el Empira!”, dice sonriendo, refiriéndose al rascacielos Empire State de Nueva York, donde sueña trabajar “de albañilería”.

Según Fernando Rico, coordinador de socorros de la Cruz Roja Irapuato, “por su condición física son más vulnerables los niños, son más sensibles a los cambios de temperatura. Un 60% tiene infección respiratoria en la caravana”.

Y es “importante el aspecto emocional, algunos no entienden qué les está pasando”, dice cubriéndose con un tapabocas en su ambulancia.

– Jugando a saltar el muro –

Brincando de un colchón a otro en el multitudinario campamento de migrantes, Génesis, una enérgica hondureña de 7 años, argumenta por qué le encanta la caravana.

“Nos dan jalón (autostop), nos regalan comida, ¡nos regalan de todo! Me gusta bastante y cuando camino me siento valiente”, dice meneando sus trenzas.

Extraña sus juguetes y la escuela.

“A mis compañeritos les dije adiós antes de venirme y a la maestra también”, dice, planeando ya “ir a la escuela en Estados Unidos y aprender inglés”.

Yangel, de 7 años, atesora su pequeño Winnie Pooh y su hermana Marilyn, de 11, abraza un osito blanco de peluche que se llama “México” y le regalaron en el sureño estado de Oaxaca.

Su madre Yane Ordoñez, una maestra hondureña de 30 años, les compró un cuaderno para darles lecciones escolares en el tiempo libre.

La dulce Tesla, de 5 años, está agradecida de que le presten a “Púrpura voladora”, una muñeca de cabello violeta y capa estilo Batman a quien admira por sus poderes.

“Púrpura no tiene que caminar en la caravana porque vuela, pero yo soy humana”, dice.

Antes de llegar a Guadalajara, los niños estuvieron en Querétaro. Ahí dibujaron con crayones las casas de techo triangular bajo un sol sonriente que dicen tendrán cuando crucen la muralla en la frontera mexicano-estadounidense.

Colgada de la reja metálica que rodea el refugio, Yesenia, de 9 años, practicó sus intrépidos movimientos de escaladora.

“Es para brincar bien el muro que dicen que hay en Estados Unidos”, lanza desafiante. AFP

Los migrantes centroamericanos, en su mayoría familias con niños, que participan en una caravana a los Estados Unidos, suben a bordo de un camión de contenedores que se dirige a Irapuato en el estado de Guanajuato el 11 de noviembre de 2018, después de pasar la noche en Querétaro, en el centro de México. – Estados Unidos se embarcó el viernes en una política de rechazar automáticamente las solicitudes de asilo de personas que cruzan ilegalmente la frontera de México en un intento por disuadir a los migrantes centroamericanos y obligar a México a manejarlos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Los migrantes centroamericanos, en su mayoría familias con niños, que participan en una caravana a los Estados Unidos, suben a bordo de un camión de contenedores que se dirige a Irapuato en el estado de Guanajuato el 11 de noviembre de 2018, después de pasar la noche en Querétaro, en el centro de México. – Estados Unidos se embarcó el viernes en una política de rechazar automáticamente las solicitudes de asilo de personas que cruzan ilegalmente la frontera de México en un intento por disuadir a los migrantes centroamericanos y obligar a México a manejarlos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Los migrantes centroamericanos, en su mayoría familias con niños, que participan en una caravana a los Estados Unidos, suben a bordo de un camión de contenedores que se dirige a Irapuato en el estado de Guanajuato el 11 de noviembre de 2018, después de pasar la noche en Querétaro, en el centro de México. – Estados Unidos se embarcó el viernes en una política de rechazar automáticamente las solicitudes de asilo de personas que cruzan ilegalmente la frontera de México en un intento por disuadir a los migrantes centroamericanos y obligar a México a manejarlos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Los migrantes centroamericanos, que participan en una caravana que se dirige a los EE. UU., Descansan en un refugio temporal en Irapuato, estado de Guanajuato, México, el 11 de noviembre de 2018. – El viaje desde la América tropical hasta la gran capital de México está disminuyendo la salud de la caravana de migrantes que sufre cambios climáticos extremos, así como el hacinamiento y el agotamiento físico, y aún tiene que enfrentar el desierto que conduce a los Estados Unidos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Los migrantes centroamericanos, que participan en una caravana que se dirige a los EE. UU., Descansan en un refugio temporal en Irapuato, estado de Guanajuato, México, el 11 de noviembre de 2018. – El viaje desde la América tropical hasta la gran capital de México está disminuyendo la salud de la caravana de migrantes que sufre cambios climáticos extremos, así como el hacinamiento y el agotamiento físico, y aún tiene que enfrentar el desierto que conduce a los Estados Unidos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Los migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, que participan en una caravana que se dirige a los EE. UU., Descienden de un camión, al llegar a un refugio temporal en Irapuato, estado de Guanajuato, México, el 11 de noviembre de 2018. – El viaje desde la América Central tropical hasta La enorme capital de México está disminuyendo la salud de la caravana de migrantes que sufre cambios climáticos extremos, así como el hacinamiento y el agotamiento físico, y aún tiene que enfrentar el desierto que conduce a los Estados Unidos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Los migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, que participan en una caravana que se dirige a los EE. UU., Descienden de un camión, al llegar a un refugio temporal en Irapuato, estado de Guanajuato, México, el 11 de noviembre de 2018. – El viaje desde la América Central tropical hasta La enorme capital de México está disminuyendo la salud de la caravana de migrantes que sufre cambios climáticos extremos, así como el hacinamiento y el agotamiento físico, y aún tiene que enfrentar el desierto que conduce a los Estados Unidos. (Foto de ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Central American migrants -mostly Hondurans- taking part in a caravan heading to the US, descending from a truck, on arrival at a temporary shelter in Irapuato, Guanajuato state, Mexico on November 11, 2018. – The trek from tropical Central America to the huge capital of Mexico is declining the health of the migrant caravan that endures extreme climate changes, as well as overcrowding and physical exhaustion, and still has a desert that leads to the United States. (Photo by ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Central American migrants -mostly Hondurans- taking part in a caravan heading to the US, descending from a truck, on arrival at a temporary shelter in Irapuato, Guanajuato state, Mexico on November 11, 2018. – The trek from tropical Central America to the huge capital of Mexico is declining the health of the migrant caravan that endures extreme climate changes, as well as overcrowding and physical exhaustion, and still has a desert that leads to the United States. (Photo by ALFREDO ESTRELLA / AFP)

 

Una niña que participa en una caravana de inmigrantes de los países pobres de América Central, principalmente hondureños, que se dirige a los Estados Unidos con la esperanza de una vida mejor, juega con una muñeca en un refugio en Irapuato, en el estado mexicano de Guanajuato, durante su viaje. al norte, el 11 de noviembre de 2018. – Estados Unidos se embarcó el viernes en una política de rechazar automáticamente las solicitudes de asilo de personas que cruzan ilegalmente la frontera mexicana en un intento por disuadir a los migrantes centroamericanos y obligar a México a manejarlos. (Foto de Alfredo ESTRELLA / AFP)

 

Toys are seen among belongings and food of migrants from poor Central American countries -mostly Hondurans- moving towards the United States in hopes of a better life, at a shelter in Irapuato, in the Mexican state of Guanajuato, during their trek north, on November 11, 2018. – The United States embarked Friday on a policy of automatically rejecting asylum claims of people who cross the Mexican border illegally in a bid to deter Central American migrants and force Mexico to handle them. (Photo by Alfredo ESTRELLA / AFP)
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