Cumbre Iberoamericana discute declaración oficial sobre crisis migratoria

Cumbre Iberoamericana discute declaración oficial sobre crisis migratoria

 

La crisis migratoria, sobre la que la comunidad alertó en 2006, se abordará de nuevo en la XXVI Cumbre Iberoamericana y será objeto de un comunicado especial que aún tienen que aprobar los jefes de Estado y de Gobierno del bloque iberoamericano.





El asunto, que se incluirá en la declaración final de la cumbre, ha sido discutido este jueves por los cancilleres de los 19 países latinoamericanos, más los de España, Andorra y Portugal, que constituyen la comunidad iberoamericana y que también aprobaron veinte comunicados especiales anexos a la Declaración de Guatemala, que se firmará mañana en la ciudad de Antigua.

Las migraciones, que fueron el tema central de la XVI Cumbre, celebrada en Montevideo en 2006, se refuerzan en la agenda regional en momentos en que millones de venezolanos huyen de la crisis en su país y miles de centroamericanos indocumentados se dirigen hacia el norte de México con la intención de ingresar a Estados Unidos.

Los cancilleres aprobaron hoy un texto que subraya la “necesidad de una respuesta” coordinada de la comunidad internacional frente a ese fenómeno e insta a diseñar una “visión compartida, responsable y solidaria”.

También destaca la “contribución positiva” de los migrantes a las sociedades que los acogen y rechaza “las muestras de discriminación, racismo y xenofobia” que muchas veces enfrentan, según el documento al que Efe tuvo acceso.

Asimismo, subraya la “responsabilidad” de los Estados con la protección de los niños migrantes, que “no deben ser penalizados ni sometidos a la separación familiar” por la situación de sus padres.

El documento sobre migración fue propuesto por Costa Rica y no menciona ningún caso particular ni se refiere a las crisis migratoria venezolana y centroamericana.

A petición de México se añadió un párrafo que enfatiza el “deber” de los migrantes a cumplir las leyes del país de acogida.

Los otros documentos tratan sobre asuntos de género, derecho al agua, cambio climático, trabajo decente, la infraestructura para la integración, la protección de las lenguas indígenas, entre otros asuntos.

Como en anteriores cumbres, la comunidad iberoamericana también aprobó un comunicado que respalda a Argentina en su intención de iniciar negociaciones con el Reino Unido sobre la soberanía de las islas Malvinas, y otro que insta al “fin del bloqueo” que los Estados Unidos mantienen contra Cuba.

También hubo una firme defensa del multilateralismo y del diálogo entre las naciones de Iberoamérica y la comunidad internacional, que fue expresada con más fuerza por el ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Borrell.

“Pareciera como si el mundo se estuviera deslizando a los años 30 y, aunque no haya grandes intenciones expansionistas, sí hay aires de venganza, tensiones proteccionistas y ataques a Naciones Unidas”, subrayó el jefe de la diplomacia española.

En ese marco, respaldado por las otras delegaciones, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, defendió la cooperación sur-sur como una forma de reforzar los avances sociales que América Latina ha experimentado en las últimas décadas.

Andorra, que organizará la próxima Cumbre Iberoamericana en 2020, adelantó que uno de los asuntos de propondrá para esa cita será la adopción de una “amplia estrategia iberoamericana de innovación”, a fin de que la ciencia contribuya a alcanzar las metas fijadas por la ONU para 2030.

El compromiso con esa agenda trazada por las Naciones Unidas fue ratificado como una de los principales objetivos para el corto y mediano plazo por la comunidad iberoamericana, y según la canciller guatemalteca, Sandra Jovel, dará a la región un “futuro próspero, inclusivo y sostenible”.

Los ministros de Exteriores darán paso mañana a los jefes de Estado y de Gobierno, que mañana analizarán los documentos aprobados hoy y esta noche serán recibidos con una cena oficial por el mandatario de Guatemala y anfitrión de la cumbre, Jimmy Morales, ofrecida en el mismo hotel de Antigua en que se celebra la cita.

EFE