Tito Bohórquez, ingeniero agrónomo, viaja dos veces al año una distancia de 2.500 kilómetros entre su natal provincia de Los Ríos, en Ecuador, y Maracaibo, en el noroeste de Venezuela, para participar en clases presenciales de su doctorado en Ciencias Agropecuarias.
Por: Gustavo Ocando | BBC
El primero de los vuelos que toma tarda tres horas antes de hacer escala en Caracas. Debe pagar también por estadías en hoteles, comidas y taxis. El desgaste vale la pena, dice.
Profesor contratado y director de la carrera de Agropecuaria en la Universidad Técnica de Babahoyo, en Ecuador, Bohórquez es parte de un grupo cada vez más numeroso de profesionales ecuatorianos y colombianos que cursan estudios de postgrado en la Universidad del Zulia(LUZ) en Maracaibo, cerca de la frontera con Colombia.
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Estudian especialidades, maestrías y doctorados en Medicina, Odontología, Ingeniería, Derecho, Veterinaria, Humanidades y Agronomía.
“Nunca pensé en estudiar acá”, admite Bohórquez antes de explicar por qué se decidió.
Es la segunda de sus tres estancias de clases intensivas en Venezuela durante su doctorado. La primera fue en abril, también por tres semanas.
Profesionales de Colombia y Ecuador interesados en cursos de cuarto y quinto nivel académico hallan en las universidades públicas de Venezuela una combinación perfecta: matrícula muy económica y calidad en la educación, a pesar de la crisis.
Bohórquez y el resto de cursantes de doctorados pagan en LUZ US$1.500 dólares cada semestre. La inscripción les costó US$500. A eso le suman gastos de vuelos, hospedaje, alimentación y transporte cada vez que viajan a Maracaibo: unos US$1.000. .
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La inscripción y el pago de su doctorado en LUZ representarán, al final de sus estudios, una inversión aproximada de US$8.000.
“La colegiatura y los viáticos de un doctorado en Perú saldrían en entre US$28.000 y US$30.000. En Colombia, los cursos son cada tres semanas y cuestan US$40.000. En Chile, igual, y hay que residir allá”, dice Bohórquez.
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