El mercado laboral en Chile ha sido capaz de absorber gran parte de los flujos migratorios observados en los dos últimos años, con un escaso impacto en la tasa de desempleo aunque sí en las remuneraciones, dijo el miércoles el presidente del Banco Central, Mario Marcel.
En los últimos tres a cuatro años, Chile ha recibido un fuerte flujo de inmigrantes procedentes de Haití, República Dominicana, Venezuela y Colombia.
Durante una presentación en el Congreso, se refirió al impacto del fenómeno migratorio que enfrenta Chile y destacó que la tasa de desocupación en torno al 7,1 por ciento se ubica por debajo del promedio histórico.
“No estamos con una tasa de desocupación que sea anormalmente alta. Quizás podríamos querer que fuera más baja, pero en su comparación histórica, estamos por debajo”, dijo Marcel a senadores.
“En ese sentido, es posible que el flujo migratorio como un shock de oferta haya tenido más impacto sobre la evolución de las remuneraciones y por eso explicar algo de la desaceleración de las remuneraciones en el último tiempo, pero no necesariamente sobre el desempleo”, agregó.
Marcel explicó que los efectos macroeconómicos de una ola migratoria como la experimentada por Chile se generan principalmente a través de una mayor demanda por bienes y servicios de consumo, presionando la inflación, aunque de manera muy acotada.
Por otra parte, la inmigración ha expandido la fuerza de trabajo, pero el mercado laboral ha mostrado una mayor capacidad de absorber este shock de oferta indicando tasas de expansión del empleo que parecen más coherentes con el comportamiento de la actividad económica.
Reuters