Venezuela inició el domingo una jornada para elegir a más de 2.000 concejales, en unos comicios en los que se anticipa una alta abstención en medio de la apatía general y una agobiante crisis económica.
La nación OPEP vive su peor crisis de la historia moderna con una recesión que ya dura cinco años y una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que cerrará 2018 en un millón por ciento.
Los principales partidos de oposición no concurren a la elección del domingo, tanto como se abstuvieron en los comicios de mayo en los que el presidente Nicolás Maduro ganó una cuestionada reelección.
En diferentes puntos de Caracas y de otras ciudades del país, algunos mesas lucían vacías y sin filas de electores, según testigos Reuters.
En la ciudad central de Valencia, que fue un gran centro industrial ahora reducido por la crisis, María Eugenia Pérez, una abogada de 35 años, dijo en una panadería que no votará porque sería “validar un gobierno que es ilegítimo” y que dedicaría la jornada a comprar comida.
“No hay motivación en la gente. La crisis es un mazazo todos los días”, dijo el concejal opositor, Francisco Betancourt, de 47 años, en Barinas, en el oeste del país.
En la ciudad petrolera de Maracaibo, al extremo noroeste venezolano, Johan Matheus, de 46 años, dijo en un centro de votación que sufragaría “para que la revolución de afiance”.
Sin embargo, Matheus, obrero en la petrolera estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), dijo que “es necesario hacer correctivos, porque la cosa (económica) está fea”.
Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), el domingo son elegidos los 2.459 concejales de los 335 municipios del país.
Reuters