El asesinato de un indígena Pemón, cometido presuntamente por agentes de inteligencia militar, en Canaima, al sur de Venezuela, empañó las elecciones para elegir a los concejales municipales. Unos comicios que son ilegales porque viola la ley de regulación de períodos constitucionales ya que prohibe separar la elección de concejales de los alcaldes tal como lo ha hecho Nicolás Maduro para tratar de disminuir los fracasos de participación que se han registrado en las últimas elecciones. Así lo reseña abc.es
Por Ludmila Vinogradoff
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, anunció ayer que el oficialismo se impuso en las elecciones municipales. «Con un 92,30% de transmisión de datos y un 27,4% de participación—, de las 156 “listas adjudicables” en este proceso electoral, 142 son adjudicables para el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), lo que equivale a un 91%», dijo Lucena en cadena nacional de radio y televisión.
La abstención superó el 72% de censo electoral que se ubica en 20 millones de electores convocados por la no reconocida nacional e internacionalmente Asamblea Nacional Constituyente para elegir a 2.459 concejales de los 335 municipios en todo el país.
Haciendo de las suyas, el CNE también inhabilitó la participación de los cuatro partidos principales de la oposición: Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y voluntad Popular. Sin embargo, la mejor demostración de la baja participación fueron los centros y colegios vacíos, a pesar de los perniles y bonos de tres euros que ofreció el régimen de Maduro para motivar la votación. Los pocos que acudieron también dijeron que en los cuadernos electorales habían pocas firmas y huellas estampadas.
«En mi página del cuaderno electoral solo yo había firmado», dijo a ABC un votante a las 12 del mediodía del municipio opositor Chacao. En otros municipios se repitió la misma escena de soledad e indiferencia.
La instalación de los denominados «puntos rojos», unas carpas rojas del chavista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cerca de los centros electorales, desafiaron la prohibición y ejercieron la coerción como en anteriores comicios sin ningún pudor. Estos «puntos rojos» pasaban lista para controlar a los portadores del carné de la patria con el cual se acreditaban un pernil y un bono de 2.000 bolívares si votaban por los candidatos chavistas.
En el municipio caraqueño Chacao, una electora pedía que le dieran el pernil «Ayúdame con el bono navideño porque me soluciona». Pero no todos los portadores del carné tendrán una Navidad feliz. En el Parque Nacional Canaima, donde se encuentra el Salto Angel, el más alto del mundo, situado en el estado Bolívar, fue asesinado Charli Peñalosa, de 21 años, indígena Pemón, lo que motivó que los caciques de la tribu suspendieran las elecciones municipales en toda la Gran Sabana por el duelo de uno de sus miembros. Según los testimonios de sus familiares «murió en el quirófano con un disparo debajo de la rodilla».
El diputado opositor Américo De Grazia comenta que unos agentes de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) dispararon contra un grupo de indígenas pemones que custodian la zona, dejando 4 heridos y un muerto.
Mientras tanto, y haciendo caso omiso, el ministro del Interior, Néstor Reverol, aseguró que «estamos seguros que con el civismo que ha caracterizado al pueblo de Venezuela, esta noche y mañana reinará la paz».