El gobierno de Colombia y los universitarios llegaron a un acuerdo este viernes tras más de dos meses de protestas estudiantiles que reclamaban mayores recursos para la educación pública.
AFP
El presidente Iván Duque, que asumió el poder el 7 de agosto, anunció tras varias reuniones con los dirigentes estudiantiles, que se acordó destinar 1.400 millones de dólares adicionales a las universidades públicas durante los próximos cuatro años.
“Nuestro compromiso es asumir con responsabilidad el rezago histórico que el país tiene con la educación superior pública, con propuestas que se puedan cumplir y sean sostenibles financieramente”, dijo Duque tras reunirse con los estudiantes en la presidencial Casa de Nariño.
La Unión Nacional de Estudiantes de Educación Superior (Unees), que reúne a los alumnos del medio centenar de instituciones públicas del país, demandaba justamente un aumento de 1.400 millones de dólares para hacer frente al déficit de las universidades.
Se trata de “un avance histórico que hemos firmado de forma consensuada por todos los actores en la mesa, incluyendo a los profesores”, indicó la líder estudiantil Jennifer Pedraza.
Duque había rechazado atender la totalidad de las exigencias argumentando que al asumir, se encontró un presupuesto “desfinanciado”.
La economía colombiana se han visto golpeada por la caída de los precios del petróleo, que llevaron a que el año pasado la cuarta economía latinoamericana tuviera su peor rendimiento en una década.
Aunque hasta el momento no se ha divulgado el acuerdo, Pedraza aseguró que los recursos asignados a las instituciones públicas podrían ser superiores, porque el gobierno se comprometió a destinar los dineros del presupuesto nacional que no se ejecuten al final de cada año.
Además resaltó que lo convenido también incluye la creación de una mesa para discutir una reforma estructural al modelo de educación superior. “Estoy contenta por este acuerdo que es bueno pero, por supuesto, insuficiente, y por eso seguiremos luchando”, afirmó la estudiante.
El acuerdo entre el gobierno y la Unees, que lideró masivas protestas ocurridas los dos últimos meses, estuvo en vilo luego de denunciar “brutalidad policial” en la última marcha del año, realizada la víspera en varias ciudades.
En Popayán (suroeste), el estudiante Esteban Mosquera perdió el ojo por una presunta agresión de la fuerza antidisturbios cuando participaba en la movilización. Duque se solidarizó este viernes con Mosquera y anunció un seguimiento al caso.
Desde el pasado 10 de octubre los estudiantes organizaron alrededor de una docena de marchas, que en varias ocasiones terminaron en enfrentamientos con las autoridades.
A las movilizaciones, que provocaron el cese de las actividades en varias universidades e instituciones públicas, se unieron profesores, sindicatos, campesinos e indígenas.