Seis hombres fueron asesinados a balazos por desconocidos en una zona de sabanas del sureste de Colombia estratégica para el tráfico de cocaína, en un aparente enfrentamiento entre grupos dedicados al narcotráfico, informó el martes un oficial del ejército.
La masacre se registró el lunes en zona rural del municipio de Mapiripán, en el departamento del Meta, una región en donde tiene presencia una banda criminal dedicada al narcotráfico, dijo a Reuters el comandante de la séptima brigada del ejército, general Jairo Alejandro Fuentes.
“La zona es un punto de paso de la cocaína hacia el oriente del país. Los habitantes de la zona aseguran que las víctimas no eran de la región y que una de ellas estaba dedicada a comercializar con pasta de coca”, aseguró el oficial en una declaración por teléfono.
El presidente de Colombia, Iván Duque, condenó la masacre y ordenó el traslado a la zona del comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, para que realice un consejo de seguridad que permita esclarecer los hechos.
En 2017 se registraron en Colombia 10 masacres en las que murieron 47 personas, según estadísticas del Ministerio de Defensa.
Después del acuerdo de paz firmado en 2016 con la desmovilizada guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se redujeron los principales indicadores de violencia del país sudamericano de 45,5 millones de habitantes.
Pero la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz y bandas criminales conformadas por exparamilitares de ultraderecha luchan por ocupar territorios estratégicos para el narcotráfico y la minería ilegal.
El narcotráfico continúa siendo un lucrativo negocio que financia los grupos armados ilegales. Colombia, con 209.000 hectáreas de cultivos de hoja de coca y una capacidad de producción potencial de 921 toneladas anuales de cocaína, es considerado uno de los principales abastecedores de la droga a nivel mundial. Reuters