La familia real británica acudió hoy a la misa de Navidad en la iglesia de Sandringham, este de Inglaterra, pero sin el duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, ni Camilla, duquesa de Cornualles, esposa del príncipe Carlos.
Como es tradición, Isabel II y su familia más cercana asistieron al servicio religioso en la iglesia de Santa María Magdalena, ubicada en los terrenos de la residencia de Sandringham, donde la reina pasa todos los años las fiestas de fin de año.
Según los medios, el príncipe Felipe, de 97 años, se encuentra bien y pasará la jornada descansado con su familia, mientras que al parecer la duquesa de Cornualles padece un resfriado.
La reina, de 92 años, llegó a la iglesia acompañada por uno de sus hijos, el duque de York, en una limusina.
En el corto recorrido entre la mansión de Sandringham y el templo religioso se pudo ver al príncipe Carlos, heredero de la corona británica, con sus hijos y nueras, los duques de Cambridge, Guillermo y Catalina, y los de Sussex, Enrique y Meghan.
Tanto la duquesa de Cambridge como la de Sussex conversaron de manera animada en el camino a la iglesia a pesar de las conjeturas de los medios de que la relación entre ellas es difícil.
Cientos de personas, muchas con ramos de flores, acudieron a las inmediaciones de la iglesia para ver de cerca a la familia real.
En su mensaje navideño que será emitido esta tarde, la reina Isabel II de Inglaterra recomienda “respeto” ante las opiniones diferentes para facilitar el “entendimiento”, algo que los medios británicos interpretan como una llamada de atención por las divisiones del Reino Unido por el “brexit”, según adelantó ayer el palacio de Buckingham a los medios británicos.
“Incluso ante las diferencias más profundas, tratarse con respeto y como ser humano, es siempre el primer paso hacia un mayor entendimiento”, resaltará la jefa de Estado.EFE