Lapatilla
“Cada año nuevo las personas hacen propósitos para cambiar aspectos de sí mismos que creen que son negativos. La mayoría de la gente volverá a ser como antes y se sentirá fracasada. Este año les reto a que tomen un nuevo propósito resolución. Retarse a ustedes mismos.”
Aisha Elderwyn
Ya estamos a pocos días de dejar atrás este año. Sin duda 365 días de lucha incesante por supervivir a los desafíos y avatares que nos impuso la “revolución” post Chávez.
Año de devaluación brutal, hiperinflación que ya se calcula en millones por ciento, inseguridad desatada; más de 40 muertes violentas diarias. Crisis de luz, escases de agua potable, medicamentos, alimentos y democracia. Año del Petro y del éxodo más grande conocido en nuestra historia.
Sin duda, este es el año más duro que nos ha tocado vivir en socialismo y con el agravante de que parece agotarse la esperanza de que algo mejore para el país y sus ciudadanos.
Mientras todos nos estamos ocupando en hacer nuestros propósitos para el nuevo año; dieta, viaje, cambio de empleo, ser mejores personas; esas metas que nos trazamos aunque sepamos que nos mentimos descaradamente, la gente del gobierno parece ya tener su lista de tareas para el año entrante: profundizar su modelo, continuar mintiendo cada vez más sin ningún escrúpulo y jodernos a todos más, pero muchisimo mas.
No es fácil conseguir algo positivo cuando hacemos un balance de la situación en nuestro país finalizando el 2018. Estamos peor cada día que pasa. Un gobierno que no tiene la más mínima voluntad política de aligerar los sufrimientos y penurias a las que estamos sometidos los venezolanos, sino por el contrario someter y dominarnos más por la vía del hambre, la necesidad y la miseria y una oposición silente, dividida, fracturada y desmovilizada, entretenida en luchas intestinas, lo que ensombrece aún más el panorama de la nación.
Nos preguntamos cómo será el 2019, pues las posibles respuestas no son muy alentadoras y las proyecciones tampoco. Habla el FMI de una posible inflación cercana a los 10.000.000 %, algo aterrador. Mugabi se quedó en pañales y con la espada de Bolívar en la mano.
¿Por qué no escribir hoy un bonito y esperanzador mensaje de fin de año? Pues porque prefiero ver con claridad supina hacia adelante para convencerme más y más que no podemos irnos todos los venezolanos y entregarle las llaves de un país de más de 30 millones de habitantes a un grupito que gobierna y a unos 3 millones y medio que esperan por un kilo de pernil en diciembre y unas bolsas de lentejas todos los meses, les lleguen o no.
El único y verdadero propósito de año nuevo que debemos hacernos los venezolanos de bien es comprometernos para trabajar duro por el país, por los nuestros y por nosotros mismos para que las cosas comiencen a cambiar, propongamonos volver a ser ciudadanos, a pensar en el bien tanto individual como colectivo.
¡Vete ya 2018!, para que nos pongamos ya manos a la obra en un solo propósito único para el año entrante: recuperar nuestra Venezuela.
Prospero y feliz año nuevo.
José Manuel Rodríguez
Analista / Consultor Político