Con base en un concepto médico forense y debido a la dura crisis humanitaria que golpea a toda Venezuela, por causa del régimen de Nicolás Maduro, el Gobierno de Colombia acaba de negar la extradición a ese país de un poderoso narcotraficante que tenía tentáculos en Centroamérica y Estados Unidos.
Por: El Tiempo
Se trata de Yoel Antonio Palmar Vergel, un hombre de 45 años de edad y de origen wayú, a quien la inteligencia de al menos cuatro países sindica de ser un excéntrico capo que se camufló por varios años como dueño de lujosos casinos y hoteles para mover toneladas de cocaína colombiana desde Venezuela hacia República Dominica y los Estados Unidos.
Además existe evidencia transnacional de que posaba como un avezado jugador de póker para lograr contactos que le permitieran blanquear las multimillonarias narcoganancias que por años amasó y movió entre una red que está en el radar de las autoridades antinarcóticos de varias naciones.
La Policía, en cumplimiento de una circular roja de Interpol, lo detuvo el 11 de diciembre del 2017 cuando intentaba salir de Bogotá, a través del aeropuerto El Dorado, hacia Madrid (España), luego de que el último cargamento que había coordinado cayera en República Dominicana unas semanas antes.
Caracas le pidió a Colombia su extradición y finalizando el año pasado la Corte Suprema de Justicia la avaló. Pero hace 12 días, el 28 de diciembre –día de los Inocentes–, la Casa de Nariño decidió negar su envío a territorio venezolano por el fuerte sobrepeso que padece el capo y que a juicio del Gobierno no puede ser debidamente atendido en el país vecino.
En efecto, EL TIEMPO accedió a la Resolución 334 de 2018, firmada por el presidente Iván Duque, en la cual consta que Palmar Vergel, también conocido como el ‘Apostador’, padece de hipertensión arterial, hipercolesterolemia y obesidad en un grado que puede poner en riesgo su vida.
En este documento oficial se advirtió, con base en un dictamen médico forense emitido el 19 de julio pasado, que es perentorio practicarle al capo venezolano una cirugía bariátrica y brindarle atención en endocrinología, psicología, nutrición clínica, fisioterapia y enfermería.
Y nada de esto, a juicio del presidente Duque, se le puede otorgar en el país de Nicolás Maduro.
“En esta ocasión, por las circunstancias particulares del caso, en punto del estado de salud del ciudadano requerido y la situación de público conocimiento que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, el Gobierno Nacional considera inconveniente conceder la extradición”, precisó Palacio en la resolución en poder de EL TIEMPO.
Esta decisión –sin antecedentes recientes en materia de extradición– puede generar un nuevo impase diplomático en las ya deterioradas relaciones entre Bogotá y Caracas.
Para el régimen de Nicolás Maduro el ‘Apostador’ es un narcotraficante que debe purgar cárcel en su territorio y ayudar a develar a los contactos que le ayudaban a sacar la coca desde aeropuertos como el de Maiquetía, el de Barquisimeto y el de Miranda, en vuelos comerciales y privados.
De hecho, para la Fiscalía venezolana, según consta en su dosier judicial, el ‘Apostador’ es la cabeza del cartel ‘el Malecón’, con el cual trafica la cocaína, la comercializa en Centroamérica y Estados Unidos y con el que, además, blanquea el dinero obtenido en cada narcotransacción.
Este diario también pudo establecer que el nombre de Palmar Vergel aparece en varios expedientes de narcotráfico y blanqueo de capitales en cortes de Miami (Estados Unidos) y, que, entre otras propiedades, está vinculado a los casinos dominicanos Malecón Palace y Presidente, ubicado este último en el hotel Catalonia (antiguo Hilton), de Santo Domingo. Todas estas relaciones criminales también son del interés de las autoridades colombianas.
En todo caso, la Casa de Nariño aclaró que con base en el principio de extraterritorialidad el ‘Apostador’ podría ser procesado penalmente en Colombia, por lo que su expediente le fue remitido a la Procuraduría General de la Nación para que, como lo exige la ley, esta entidad pida la aplicación de dicha figura. La decisión se conocerá en cuestión de semanas.