Maduro creía que iba a un 10 de enero liso. Pero no hay paz en el régimen. No hay paz en el chavismo. No hay paz en el Palacio de Miraflores. No hay paz en el Tribunal Supremo de Justicia. La huida a Estados Unidos del magistrado Christian Zerpa ha generado un cuadro de emergencia en las instancias del poder. La juramentación de Maduro tiene otro problema encima. Varios problemas encima.
Por: Juan Carlos Zapata | konzapata.com
El impacto es serio. Al punto que a 24 horas de conocerse el escape del magistrado, el presidente del TSJ, Maikel Moreno, revela que Zerpa era investigado por acoso sexual, actos lascivos y violencia sicológica en contra de mujeres, trabajadoras de la Sala Electoral, el despacho del que era funcionario.
La versión de Maikel Moreno plantea algunas dudas. Porque se supone que la investigación comenzó el 23 de noviembre.
Entonces, ¿cómo es que se le permitió a Zerpa viajar al exterior si era investigado? ¿Quién autorizó el viaje? ¿Es un expediente montado después de conocerse el hecho del escape? Los magistrados pueden viajar al exterior, no así los oficiales militares, por ejemplo.
Es una medida que los magistrados del TSJ no se dejaron imponer cuando comenzó el cerco institucional a los funcionarios del régimen, temeroso de que ocurriera justo lo que pasó con Zerpa. Los magistrados lucharon por obtener esa prerrogativa, de modo que los viajes son –¿o eran?- autorizados por los superiores. Muchos de los magistrados viajaron este fin de año a pasar Navidad a Estados Unidos.
Lo que hizo Zerpa. Muchos de los magistrados tienen su familia en los Estados Unidos. Y tienen intereses. Y tienen cuentas bancarias. Lo que pasó con Zerpa es que se quedó. O como dijo una fuente vinculada al poder chavista, “se les salió del redil”.
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