Se ha demostrado que durante los tres primeros meses de vida el llanto es más frecuente, alcanzando el máximo a las 7 semanas, a partir de allí empieza a disminuir hasta el año. Si el bebé llora es porque algo le pasa. Es de vital importancia que los padres estén ahí para solucionar el problema de angustia del pequeño, reseña Nosotras.
Distintos tipos de llanto del bebé.
Hambre.
Es el tipo más común, se produce de forma alta y continuada y no se detiene hasta que consigue que lo amamanten.
Si pasa el tiempo y no consigue su alimento, empieza aumentar el ritmo y la gravedad de los sonidos.
Si tiene mucha hambre va a llorar muy fuerte y sólo va a detenerse para respirar.
Cólicos.
En este caso lloran de una manera sostenida e intensa dado que sufren un malestar constante, se puede percibir en su rostro la incomodidad que experimenta.
Generalmente llora a las mismas horas del día y se mantiene durante un tiempo prolongado.
Suele ser difícil consolarlo.
Sueño.
Es el tipo de llanto más fácil de reconocer por el horario en que lo hacen.
Debes evaluar cuánto ha dormido en las últimas horas para sacar tus conclusiones.
Suele estar acompañado de bostezos o puede frotarse los ojos.
Para calmarlo, acurrucalo y ponlo en un lugar cómodo y tranquilo para que pueda descansar.
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