Ha llegado el momento en el cual todos los venezolanos debemos trabajar unidos con el mejor ánimo para que la Constitución no pierda su vigencia como lo establece su texto en el artículo 333, en concordancia con el artículo 138, que prevé que toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son nulos.
Desde finales del primer siglo de la era cristiana, en el texto bíblico del libro de Apocalipsis, escrito por Juan, servidor de Jesucristo, se denunciaba la maldad del imperio romano al perseguir con mucha crueldad a los cristianos de aquellos días, en clara acusación contra el emperador Domiciano.
Alguien decía que las revoluciones se hacen en nombre del pueblo, con el pueblo, pero nunca para lograr el progreso, la paz, el pan y el trabajo productivo para el pueblo. Por lo general, los revolucionarios que han ocupado posiciones importantes de gobierno durante siglos iniciaron sus luchas políticas contra un previo poder de gobierno establecido, con el fin de combatir sus consecuencias, pero casi siempre terminan generando peores ó similares males, y ejemplos hay muchos en el mundo, y Venezuela no es ajena a ésta triste verdad. La Revolución chavista fue el fruto de un militar “revolucionario” de izquierda formado en la era democrática de la denominada cuarta república que dio un golpe de estado al Presidente Carlos Andrés Pérez, y posteriormente fue puesto en libertad por el Ex presidente Rafael Caldera.
Hay quienes señalan que uno de sus éxitos fue la aprobación de una nueva constitución que hoy les incomoda, con la idea de refundar la república pero, después de veinte años de “revolución”, el hombre que prometió un régimen de libertades, igualdad, solidaridad, y su aparataje y herederos crearon un sistema político socialista con un profundo deterioro de la vigencia de la actual constitución y de los derechos humanos que afecta la vida de los venezolanos. Con cientos de exiliados, millones de migrantes, presos políticos, muertos en diversas manifestaciones públicas, con un pueblo sumergido en la miseria, y gente muy triste y sin esperanza por su extremo grado de pobreza.
Con un clamor nacional y mundial por el retorno a la reconstitucionalización democrática del País, que permita lograr una rápida y pacífica transición, donde el pueblo venezolano pueda desarrollarse libremente en una sociedad democrática, con un estado de justicia que consolide los valores de la paz, la solidaridad, el respeto al imperio de la ley; que asegure el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la salud, a la educación, sin discriminación ni subordinación alguna.
@freddyspaz