En un informe, firmado por el comisario principal de Petróleos de Venezuela, Silvestre Molero Torres, se formulan una serie de recomendaciones dirigidas, entre otras cosas, a corregir el que se perfila como uno de los más graves problemas que presenta la principal empresa estatal, como lo es la merma en el flujo de divisas derivadas de las exportaciones de crudo que en el citado año efectivamente fueron de USD 16.549 millones —calculados sobre precio diario promedio de USD 46,66 por barril— aun cuando los estados financieros mostraron ventas de exportación y sus productos por USD 50.861 millones. Así lo reseña maibortpetit.blogspot.com
Por Maibort Petit
Asimismo, el funcionario presenta las que estima las soluciones a la serie de situaciones irregulares que obstaculizan el buen desenvolvimiento de las operaciones de la industria petrolera venezolana.
Encabeza el conjunto de “acciones remediales” —como las denomina— ante situaciones con impacto significativo en la operación de PDVSA, filiales y negocios, el asegurar el flujo de caja suficiente como condición del cumplimiento volumétrico.
Molero Torres estima que es necesario fortalecer la economía del país estableciendo la mejor opción del financiamiento en divisas de manera de superar la inacción productiva, el deterioro creciente de activos, la deserción del talento humano y la carencia de insumos, pues todas estas limitaciones se traducen en la pérdida de oportunidades de incrementar la producción, al “desaprovechar el reposicionamiento de los precios del barril y usar los ingresos incrementales en divisas, como una palanca fundamental en el proceso de recuperación, transformación y diversificación de la economía venezolana”.
Apunta que Venezuela tiene unido su destino de país productor de hidrocarburos al de los países consumidores cuya demanda de crudo, gas y productos derivados es creciente y refirió que la experiencia adversa sufrida con la baja de los precios petroleros a partir de 2014, unida al debilitamiento del aparato productivo, “ha expuesto al país a una devastadora desestabilización de su economía, cuyas consecuencias, están resultando un tanto difíciles de superar, dado el vicioso círculo de limitaciones impuestas para el acceso al sistema financiero internacional, cuyas acciones restringen el acceso a las divisas y con ello se limita la obtención de insumos, equipos y tecnología, nominados en moneda extranjera, recursos que apalancarían el incremento de la producción, cuya ausencia profundiza la tendencia creciente hacia los bajos rendimientos operacionales”.
Considera como un reto que dada la condición de Venezuela como poseedor de las mayores reservas mundiales de hidrocarburos líquidos, la búsqueda de acuerdos razonables que permitan el acceso al financiamiento en divisas, lo cual permitirá impulsar el incremento de la producción y el inicio de la recuperación de las capacidades nacionales de industrias conexas con las actividades primarias de los hidrocarburos.
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