Tiene 10 años, un telescopio y desde su casa en las afueras de la capital chilena enseña a sus “alumnos” cómo observar las estrellas a cambio de dinero con el que algún día quiere comprarse un traje espacial.
En un país privilegiado para el estudio del universo, Ricardo Barriga cobra menos de cuatro dólares por clase para explicar los conceptos básicos de astronomía a amigos y conocidos.
Para ello, el expresivo niño utiliza un sofisticado telescopio que le regalaron sus papás con el que muestra constelaciones, la Luna, algunos planetas e identifica nebulosas, después de haber aprendido sobre el Cosmos junto con un grupo de expertos en astronomía.
La astronomía como tema de interés se le apareció por simple orden alfabético en un libro, según dijo a Reuters Televisión.
“(Era) una enciclopedia general con todo tipo de información”, afirmó Ricardo. “Mi sueño es ser astrónomo y también tener un traje espacial”, añadió.
Chile alberga el 40 por ciento de la infraestructura astronómica del mundo, concentrada en el norte del país donde pueden hallarse las mejores condiciones atmosféricas del Hemisferio Sur.
En marzo, Ricardo viajará junto a sus padres a Orlando y quiere aprovechar la oportunidad para conocer Cabo Cañaveral, donde está ubicado el Centro Espacial Kennedy de la NASA.
“He pensado que también podría ser astronauta porque desearía trabajar en la NASA”, declaró a Reuters.