En Maracaibo hay escasez de agua potable. El servicio presenta fallas en la distribución desde hace 20 días. La razón es que cinco de las siete bombas que están en el embalse de Tulé y surten a los municipios Maracaibo, San Francisco y Jesús Enrique Lossada, están dañadas. Así lo reseña laverdad.com
Patricia González, ama de casa, llena a diario cinco veces dos pimpinas de 10 litros y otros seis potes de cinco litros en una toma clandestina que está a unos 200 metros de donde reside, Las Torres del Saladillo en el centro de Maracaibo. “Aquí todo el tiempo se está botando el agua. Nosotros solo la usamos para la limpieza, pero hay gente que se ha visto en la necesidad de hervirla para tomarla, aunque no se sabe de dónde viene”.
Decenas de habitantes de Las Torres del Saladillo recolectan agua de una tanquilla que está en el estacionamiento del centro Comercial La Biblia. El agua es agua blanca, es salada, no huele mal, pero desconocen su procedencia.
González asegura que tiene 18 días cargando agua. “Estamos desesperados. Pido que nos ayuden o que nos envíen cisternas para llenar el tanque, ya no aguantamos más”.
Fuentes de la Hidrológica del Lago de Maracaibo informaron que desde principio de año está afectado el bombeo y aseguraron que además de la capital zuliana, San Francisco y Jesús Enrique Lossada también están afectados. Precisaron que lo poco que envían es cuando le quitan el agua a la petroquímica de El Tablazo y es cada día y medio.
Colas por agua
En la estación de bombeo de Hidrolago en el sector Santa María se hacen colas de camionetas que cargan tanques plásticos de hasta 1.200 litros y pipotes para llenarlos de agua. Los usuarios llegan de todos los sectores de Maracaibo: Sabaneta, Pomona, La Limpia, Haticos, San Miguel, La Rotaria.
El agua la surten gratis. Los vecinos del sector también se acercan con botellones y pimpinas, como la pensionada Miriam Maldonado, de 64 años, que camina tres cuadras junto a su esposo con una carretilla en la que monta dos envases para cargar 20 litros de agua. “Hacemos cuatro viajes diarios para poder tener agua”.
Carolina Morales, comerciante de 34 años llevó su tanque de mil litro y dos pipas para llenarlas de agua. Reside en el sector La Sonrisa en Sabaneta, donde tiene dos meses que no llega agua a través de las tuberías. “Sería bueno que Hidrolago bombeara agua. Antes llegaba cada tres días, pero ahorita la situación es fuerte y los cisternas cobran muy caro”.
Los cisternas cobran en 650 bolívares una pipa de 10 litro de agua, mientras que los 10.000 litros que contiene el cisterna en 30.000 bolívares soberanos. El pago lo exigen en efectivo.