El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, denunció este domingo que la abuela de su esposa fue amedrentada por “colectivos”, como se conocen a organizaciones paramilitares de civiles habitualmente armados que actúan en defensa del chavismo.
“El día de ayer en (el municipio de Tovar), donde vive la bisabuela de Miranda, de mi hija; la abuela de Fabiana, mandaron algunos colectivos a la casa de la bisabuela”, afirmó Guaidó ante periodistas en Caracas al término de una misa dominical.
La abuela de su esposa, Fabiana Rosales, tiene 83 años y 35 nietos, según detalló Guaidó, que calificó a su familia política como “muy humilde” y oriunda de la región andina de Venezuela.
“Es una bisabuela, una mujer de 83 años, muy devota, muy católica. Que no crean que van a intimidar a una abuela, a una familia que está como siempre dando catequesis”, comentó Guaidó, reconocido como presidente interino por una veintena de países europeos además de por EE.UU, Canadá, Colombia o Brasil, entre otros.
En su opinión, “no tiene ni siquiera nombre amenazar a una abuela” e “intimidar a una familia que es la familia venezolana”.
Por eso, le pidió al oficialismo que “amarren a sus locos” porque “no es prudente amenazar a bisabuelas, a toda una familia católica venezolana”.
“Como lo dijimos, que no tengan duda de que seguiremos con la frente en alto, con el pecho descubierto porque lo que está pasando en Venezuela es irreversible y a pesar de las amenazas (…) seguimos adelante denunciando cada uno de esos casos”, finalizó.
Precisamente el pasado 31 de enero Guaidó informó que agentes de la policía fueron a su casa y preguntaron por su esposa, a quien esperaban interrogar pero ella no estaba.
Guaidó responsabilizó entonces al Gobierno de Nicolás Maduro por la seguridad de su familia y dijo que conoció la noticia gracias a la alerta de varios de sus vecinos, a los que agradeció.
“Están evidentemente midiendo la capacidad de reacción, y otra vez el jueguito les sale mal”, dijo Guaidó a periodistas al acudir a su casa y encontrar que los uniformados habían abandonado el lugar.
“Hostigaban a mi familia, porque sabemos que ese es el modus operandi”, añadió.
Con información de EFE