No me refiero a que la ayuda humanitaria sea una manzana, o mucho menos que yo quiera que incluyan manzanas, aunque pensándola bien, cuánto las extraño, pero no hablaremos de frutas exóticas ni antojos tropicales, me refiero a que la ayuda humanitaria se ha convertido en la manzana de la discordia, al punto que tanto el gobierno como la oposición se batalla en las redes y en todos los escenarios sobre el tema, lo que sí es increíble, es ver como el gobierno utiliza términos muy “extraños”, si entre comillas, y es que muchos lo escuchamos pero no comentamos, la vicepresidente Delcy rodríguez, hablaba de que estaba contaminada, que fácil es referirse con esos términos, pues les suena muy común…
Recordemos la cantidad de contenedores de pollo podridos de Pdval, del que sólo metieron preso al vigilante que la prensa lo tomó por sorpresa, hablan de permiso sanitario, ¿En los CDI revisan las medicinas cubanas? y lo peor, que viene contaminado de células cancerígenas, y me pregunto, cada ladrón, ¿Juzgará por su condición?.
Lo que si es cierto es que esa ayuda humanitaria tiene que entrar al país, porque hay un grupo de venezolanos que la necesitan por encima de todo nosotros y no pueden esperar más política de medios de comunicación, es urgente, que esa ayuda humanitaria entre, a veces pienso que está tardando mucho, creo que debería ya estar en las calles venezolanas atendiendo a los miles de venezolanos que necesitan medicamentos, y otros millares que tienen hambre y no pueden darse el lujo de aguantar tanto tiempo, ya se necesita ir de la palabra a la acción.
Pero, no quiero terminar así de simple, la ayuda humanitaria es un hecho importante y todos debemos sumarnos, ser veedores que llegue a quiénes la necesite y que no se convierte esto en otro show mediático, y mucho menos que nos acostumbremos de ayudas en ayudas, sino que de inmediato se inicie todo un proceso de transformación de un sistema que destruyó todo el aparataje productivo para convertirnos en mendigos profesionales.
Ahora bien, la ayuda humanitaria y el papel que deben tomar los ciudadanos, que no es otro que primero ser voluntario, pero eso sí, con conocimiento de causa, no todo el mundo puede estar ahí estorbando o peor aun entrando a ser voluntario con el objetivo de ver que pueden llevar más a casa, y es que tenemos una viveza criolla que Dios, no identifica a distancia, también debe haber una constante contraloría de esa ayuda para que llegue realmente a quien lo necesite y no hacer las prácticas chavistas que tratan de que la gente no pueda llegar a obtener para quedárselo, porque vivimos un deterioro social de muchos años, que se nos enclaustró en el corazón, ese de que sálvense quien pueda y con ellos también llegó otro peor aún, “o eres tú o soy yo”, esto me permite levantar la voz, encender las alarmas y pedir a mis ciudadanos la más pura de las conciencia, que esa ayuda humanitaria llegue a las manos de quien realmente la necesite y que todos seamos parte de ese proceso exitoso.
Los políticos deben dejar de un lado el beneficio político, el hecho de controlar la ayuda humanitaria, y dejar de un lado los costos políticos para dar paso a un país de ciudadanos solidarios, comprometidos con el prójimo, sería muy triste que lo que se lleva 20 años criticando se haga en un mes, por eso llamo a la máxima conciencia venezolana, que la ayuda humanitaria no sea más que eso, una ayuda que le tiene que llegar a los más necesitados y que debemos estar atentos y siempre prestos a colaborar comprometido con el buen servicio y la calidad de atención, que recordemos que son nuestros hermanos venezolanos que están pasando por momentos muy difíciles.
@Griseldayeresq