El moderador de la cumbre sobre abusos a menores que comienza hoy en el Vaticano, Federico Lombardi, explica en una entrevista con EFE que se sentirá satisfecho con el resultado de esta reunión si significa un paso adelante en el cambio cultural que se necesita.
“Estaré satisfecho si este encuentro, por la voluntad de Dios, significa un gran paso adelante en el cambio cultural que se requiere para responder al abuso sexual de menores”, explica a EFE el que fue portavoz del Vaticano y al que el papa Francisco ha llamado para ayudar en la organización de este encuentro.
Lombardi, presidente de la Fundación Ratzinger, asegura que “probablemente de este encuentro nacerán nuevas normas y se cumplirán aspectos que aún no están completamente claros de las normas vigentes, pero lo más importante es el cambio en el corazón, para poner siempre en primer plano la protección de los menores, no solo de la Iglesia, sino del mundo entero”.
El moderador de esta reunión sin precedentes a la que van a acudir 190 personas, entre ellos 114 presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, asegura que “la importancia de la reunión es asegurarse de que todos en la Iglesia católica sepan qué hacer en caso de que haya una acusación, es decir, cuidar de la víctima, aclarar, colaborar con las autoridades en la investigación oficial… y cómo prevenir estas conductas delictivas”.
Sobre los numerosos llamamientos de los participantes, incluso del papa, a rebajar las expectativas, Lombardi señala que “en tres días no se va a resolver un problema complejo” y advierte de que “es probable que surjan más casos del pasado y del presente en el futuro”.
“Pero esto también es parte de la curación del mal”, agrega Lombardi, después de haber participado este miércoles en una reunión con 12 víctimas de abusos por parte del clero, entre ellas el español Miguel Hurtado, quien denunció los abusos que sufrió por parte de un monje del monasterio de Montserrat, y el chileno Juan Carlos Cruz.
“Escuchar a las víctimas es un elemento fundamental en el camino de la curación, para ellas y también para la Iglesia, y por lo tanto, lo mismo ocurrirá en este encuentro”, señaló.
Lombardi aseguró que llevará el dolor y las solicitudes de 12 víctimas a la plenaria de estos días.
“Fue una reunión intensa, con testimonios absolutamente sinceros y muy duros. Lo que hemos intentado es llevarnos el peso del gran sufrimiento que ellos tienen”, apuntó.
Espera que este encuentro ayude a la Iglesia y a sus pastores a recuperar la credibilidad “para poder llevar a cabo su misión de servicio a las personas, tanto de asistencia espiritual como en las muchas iniciativas educativas, caritativas, humanas y cristianas”.
“La respuesta de la Iglesia debe ser la de asumir su responsabilidad, rendir cuentas a las víctimas y sus familias, a toda la comunidad cristiana y también a la sociedad, y actuar siempre con transparencia. Solo así recuperaremos la credibilidad que tanto necesitamos”, añade.
Para Lombardi, queda aún mucho por hacer e indica que también “se debe prestar más atención a la formación espiritual, humana y emocional de los seminaristas, e insistir en esto en la formación continua de los sacerdotes”.
Con motivo de esta reunión han llegado periodistas de todo el mundo e incluso se ha tenido que buscar una sala de prensa más grande para poder dar cabida a los medios, lo que para Lombardi “no ha sido una sorpresa” porque “cualquier abuso por parte de cualquiera es un tema que toca profundamente los corazones de las personas”. EFE