La prioridad número 1 en el “Programa de Acciones Específicas” para la Transición ambiental, creemos que es parar en seco el hiper ecocidio del mal llamado Arco Minero del Orinoco. Esta inmensa devastación de proporciones bíblicas hay que detenerla de ipso facto. Intervenir el Lago de Valencia, es otra gran prioridad: clausurar el trasvase hacia el rio Tucutunemo que contamina al embalse de Camatagua, al igual que el trasvase al Pao Cachinche. Reconstruir las plantas de tratamiento de La Mariposa y Los Guayos. Reconstruir las plantas potabilizadoras Alejo Zuluaga, Lucio Baldó Soules. Drenar las aguas del lago, con nivel de tratamiento primario, hacia el río Macaira, utilizando ese caudal para un sistema de riego en Guárico y Cojedes, para cultivo de plantas ornamentales o maderables. Otro problema prioritario a considerar es el control los lodos rojos de las Empresas Básicas de Guayana. Éste es un residuo tóxico fuertemente cáustico (pH 12,5); contiene peligrosas concentraciones de aluminio, hierro, plomo y cromo en sus sedimentos; se dispone en lagunas artificiales de grandes dimensiones (más de 2 km2), y se confina a máxima capacidad y a pocos metros del curso del río Orinoco en Lagunas que entran en contacto con el Padre río en cada período de lluvia. Este problema tiene un elevado potencial de trascender el territorio nacional y bien pudiera ser el detonante de una crisis geopolítica de dimensión regional (Caribe Sur). Se requiere diseñar un proyecto de alta ingeniería ambiental. Materializar las medidas de ingeniería estructural, que resulten necesarias para controlar en el corto plazo las emisiones desordenadas y eliminar en el mediano plazo toda posibilidad de manifestación del riesgo en cuestión.
Desactivar la bomba de tiempo del coque y el azufre en Jose. El coque como material inflamable presenta el grave riesgo de que las pilas en que se ha acumulado hagan ignición. Si esto se llegara a producir la montaña ardería por semanas contaminando buena parte de la región oriental. Resolver el problema del coque acumulado en Jose, mediante un mecanismo eficiente y económico de traslado y embarque del subproducto hasta vaciar las dos grandes pilas en un plazo de tres años. Estas instalaciones se pueden terminar en seis meses, para iniciar el proceso de desalojo del coque. Éste tiene un gran mercado, al igual que el azufre, pero el último se puede despachar en menor tiempo.
Miguel Méndez Rodulfo