Periodistas de cadenas hispanas de EEUU denuncian persecución de Maduro

Periodistas de cadenas hispanas de EEUU denuncian persecución de Maduro

El periodista Jorge Ramos muestra un video de tres venezolanos que comen de la basura. Es la grabación que Ramos le enseñó al presidente Nicolás Maduro durante su entrevista, el 25 de febrero de 2019 en Caracas. Credit Carlos Garcia Rawlins/Reuters

 

Periodistas de las dos mayores cadenas hispanas en Estados Unidos, Univisión y Telemundo, denunciaron “detención” y “secuestro” durante el ejercicio de su profesión en Caracas, algo que el gobierno de Donald Trump consideró este martes propio de “un tirano que se aferra al poder”.

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De su lado, refiriéndose en particular al caso del presentador de Univisión Jorge Ramos, el gobierno de Venezuela dijo que no se prestaba a “shows baratos”.

Ramos, estrella mexicana-estadounidense de Univisión, llegó el martes a Miami tras ser retenido en Caracas el día antes junto a otros cinco periodistas durante una entrevista a Nicolás Maduro.

“Estuvimos detenidos en el palacio de Miraflores”, declaró a periodistas en el aeropuerto de Miami. “Imagínate lo que no le harán a los periodistas venezolanos”.

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela (SNTP) recordó en Twitter, tras el revuelo que causó la retención de Ramos, que “son al menos 30 las detenciones de periodistas y trabajadores de los medios registrados en los dos primeros meses de 2019”.

El lunes por la noche, Ramos y su equipo fueron retenidos durante más de dos horas en la sede presidencial venezolana cuando, según su versión, Maduro se disgustó porque le hicieron ver un video de unos jóvenes muy delgados que comían de la basura.

Supuestamente, en ese momento el gobernante se levantó, abandonó la entrevista, los comunicadores fueron retenidos y su equipo confiscado.

“Si Maduro no es tan cobarde, si tiene los pantalones para dar la cara, que muestre la entrevista completa, nadie la va a editar”, prosiguió el reportero de una de las dos mayores cadenas hispanas de Estados Unidos.

Y este martes, un periodista venezolano de Telemundo, Daniel Garrido, cubría la noticia de la expulsión de Jorge Ramos cuando según su cadena “fue secuestrado”.

“Un grupo de individuos armados y sin identificar lo forzó a subirse a un vehículo y le cubrió la cabeza con una capucha. Tras interrogarlo por seis horas y quitarle sus equipos de trabajo, los secuestradores lo liberaron sin explicación alguna y sin devolverle sus equipos”, dijo Telemundo en un comunicado.

“No es la primera vez que Daniel ha sido hostigado durante el ejercicio de su labor periodística. En ocasiones anteriores, ha sido víctima de acoso físico y le han robado sus equipos”, prosiguió.

“El Idi Amin de Latinoamérica”.

El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, dijo en Twitter, al tiempo que publicaba una historia sobre el caso Univisión, que “detener periodistas” es uno de los “actos desesperados de un tirano que se aferra al poder por medio de la violencia y la intimidación”.

De su lado, el gobierno venezolano criticó la actuación de Ramos durante la entrevista.

Por “Miraflores han pasado centenas de periodistas que han recibido el trato decente que de forma habitual impartimos a quienes vienen a cumplir con el trabajo periodístico, y han publicado el resultado de ese trabajo. No nos prestamos a shows baratos”, escribió en Twitter el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.

Maduro quiere ser “el Idi Amin de Latinoamérica”, dijo un funcionario estadounidense de alto rango en alusión al tirano ugandés de los años 1970, con quien la Casa Blanca ya ha comparado al mandatario venezolano en un video divulgado en Twitter.

“Quiere intentar mostrar algún tipo de poder y lo está haciendo con estos ‘juegos’ que llevó a cabo con Jorge Ramos”, afirmó la fuente durante una audioconferencia realizada bajo condición de anonimato.

Estados Unidos impulsa la partida de Maduro, cuya reelección en mayo pasado considera ilegítima, y apoya los esfuerzos del jefe parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, de encabezar un gobierno de transición y organizar nuevas elecciones.

El mismo martes, 16 organizaciones de defensa de la libertad de expresión, entre ellas Human Rights Watch, la Fundación García Márquez, Reporteros Sin Fronteras y la Sociedad Interamericana de Prensa, condenaron el episodio de Univisión.

“Esta detención constituye una violación grave a la libertad de prensa y afecta el derecho a la libertad de información en el desarrollo de hechos que son de interés global”, escribieron en un comunicado conjunto.

También firman el documento la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), la Robert F. Kennedy Human Rights, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y las asociaciones de periodistas de Colombia, Brasil, Chile, Ecuador y Argentina, entre otras organizaciones.

Con información de AFP.