El expediente secreto del espionaje venezolano en Bogotá

El expediente secreto del espionaje venezolano en Bogotá

En la foto aparece Carlos Pino en Bogotá en compañía de Royland Belisario, miembro del Sebín.

 

Varios de los más de 700 militares venezolanos que se han entregado en la frontera con Colombia han venido advirtiendo a miembros de organismos de inteligencia que al menos dos de ellos no están diciendo la verdad sobre el rango y contingentes al que supuestamente pertenecen. eltiempo.com

Aunque no se descarta que estén mintiendo para protegerse de las represalias del régimen de Nicolás Maduro, se está verificando si hacen parte del plan de espionaje que Venezuela ordenó echar a andar hace unos meses en las calles de Bogotá.





EL TIEMPO conoció una directriz que organismos de inteligencia colombianos le atribuyen al Comando Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas de Venezuela, (CEOFANB), fechado el 10 de agosto de 2017, en la que se ordenó un despliegue de “redes de inteligencia exterior en territorio colombiano, para adelantar operaciones encubiertas en torno a factores militares y amenazas provenientes de Colombia y de Estados Unidos”.

El epicentro del espionaje es Bogotá, pero información de inteligencia señala que hay al menos 50 miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebín) desplegados en al menos 8 regiones del país.

Además, aseguran que su misión se amplió a controles y seguimientos a opositores refugiados en Colombia, a miembros de misiones diplomáticas de países que apoyan la salida del poder de Maduro y a funcionarios colombianos de alto nivel.

El dato más fresco que hay sobre esa avanzada señala que existe una partida de 5 millones de dólares para ejecutar actos de desestabilización en Colombia, que incluyen desde la infiltración en las marchas y protestas, hasta acciones en contra de Juan Guaidó, el presidente interino de Venezuela.

Con base en esa información, a mitad de semana, el canciller Carlos Holmes Trujillo responsabilizó a Maduro de cualquier agresión contra Guaidó, de paso por Colombia para asistir a la reunión del Grupo de Lima.

Y hay evidencia de que la orden y planes de espionaje en Colombia tomó mayor fuerza luego de que Duque asumió la bandera del bloque de países que exigen la salida inmediata de Maduro y el reconocimiento de Guaidó como presidente de transición para unas elecciones presidenciales libres.

Así se lee en documentos de inteligencia, en los que incluso, aparecen varias fotos tomadas al embajador de Estados Unidos en Bogotá, Kevin Whitaker, por un agente del Sebín.

El señalado espía logró acercársele más de la cuenta al custodiado diplomático durante un foro sobre migración venezolana, el 16 octubre de 2018, al que también asistió el canciller Trujillo.

Colectivos chavistas y Eln

Las fotos de Whitaker –cuyo gobierno no descarta una intervención militar en Venezuela– le fueron enviadas en tiempo real (3:44 de la tarde) a Royland Belisario, miembro del Sebín, quien estuvo en el servicio diplomático venezolano en Bogotá y ha sido visto rondando Cúcuta.

Belisario ya había aparecido en informes de inteligencia, de diciembre pasado, que sirvieron de base para que Migración Colombia ordenara la expulsión inmediata del venezolano Carlos Manuel Pino García, por espionaje. Se trata de un asesor de la misión diplomática de Caracas en Bogotá, casado con Gloria Flórez, excongresista del Polo Democrático y secretaria de Gobierno de la alcaldía Gustavo Petro, entre el 2014 y 2015.

Si bien la excongresista interpuso una acción legal desmintiendo los señalamientos, calificándolos de montaje y exigiendo que su esposo sea devuelto, autoridades judiciales tienen evidencia (incluidos audios), de que Pino mantenía contactos con miembros de las desmovilizadas estructuras de las Farc, y que trabajaba en la obtención de apoyos a favor del régimen de Maduro.

EL TIEMPO obtuvo una foto en la que se le observa caminando por una calle de Bogotá al lado de Royland Belisario.

Además, lo vinculan con seguimientos a miembros del Tribunal Supremo de Justicia Venezolano en el exilio. Uno de ellos, Zair Mundaray, denunció hostigamientos durante su estadía en Bogotá y luego se supo que miembros de los violentos colectivos chavistas estuvieron a cargo de esa operación. De hecho, hay evidencia de que el Sebín está en contacto con miembros del Eln, autores de los más recientes atentados con explosivos a Bogotá.

La información del general

“El Sebín y los colectivos chavistas sellan alianzas con sectores proclives a la defensa del régimen, para crear escenarios de crisis en Colombia, como los disturbios en marchas y las acciones del Eln”, explicaron fuentes de inteligencia.

Incluso se sabe que, el primer sábado de cada mes, se reúnen con miembros de la inteligencia de otros países afines a Maduro, para intercambiar información sobre los objetivos en Bogotá.

En los últimos tres meses, Colombia ya ha localizado y expulsado a al menos una decena de señalados espías e infiltrados del régimen de Maduro. Pero las alarmas siguen prendidas incluso en un tema que se creía sepultado: un atentado contra el presidente Iván Duque.

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