El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó este martes que 19 hombres secuestrados el jueves pasado en el violento estado de Tamaulipas, en el noreste del país, son migrantes, mientras se investigan las circunstancias de su desaparición.
El mandatario ratificó la versión de la fiscalía estatal de que el autobús en que viajaban los migrantes fue interceptado por un grupo de hombres armados a bordo de cuatro vehículos cuando viajaban por una carretera desde Tampico hacia Ciudad Reynosa, fronteriza con la estadounidense McAllen, y se llevaron a 19 pasajeros con rumbo desconocido.
“Esto último es cierto, que así se dieron las cosas según el informe que nosotros tenemos, pero que a partir de ahí ya no se supo más”, dijo López Obrador.
El mandatario afirmó, no obstante, que se contempla la posibilidad de que el secuestro sea una modalidad en la que los migrantes -cuya nacionalidad no precisó- se introducen a Estados Unidos, y detalló que ya se han registrado dos casos parecidos en lo que va de su administración.
“Se está investigando para tener certeza porque hay hipótesis de que es una forma de introducirse al territorio estadounidense, que no es que desaparezcan sino que cruzan así la frontera”, dijo.
El secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, dijo más tarde que esa hipótesis era “una de las principales, aunque no la única”, en la investigación.
Aseguró que, según les han informado autoridades de Tamaulipas, los hombres armados “llevaban una lista de las personas que bajaron del autobús”.
“La información de inteligencia refiere que los grupos delictivos que operan en la entidad (Tamaulipas) ofrecen el servicio de traslado a los migrantes a Estados Unidos”, añadió Durazo en rueda de prensa, al asegurar que en los principales países centroamericanos desde donde parten los migrantes, como Honduras, Guatemala y El Salvador, no hay denuncias de familiares secuestrados.
Sin embargo, dijo que no descartan aún la posibilidad de un secuestro o desaparición.
– Detalles borrosos –
La Comisión Nacional de Derechos Humanos dijo por su parte que sí era posible que los migrantes hayan sido realmente secuestrados, y que sus vidas podían estar en peligro.
“Se encuentran en situación de vulnerabilidad múltiple que las ubica en riesgo extraordinario, y si no se realizan acciones de búsqueda y localización se puede poner en riesgo su integridad personal y su vida,” advirtió en un comunicado.
Los detalles del incidente permanecen borrosos.
Durazo dijo que el conductor del autobús declaró que fueron 19 pasajeros los que habrían bajado del autobús, pero otras fuentes de la investigación hablan de 22 o 25.
Según la fiscalía de Tamaulipas, la detención ocurrió cuando el autobús pasaba por San Fernando, uno de los tramos viales más peligrosos del estado. En agosto de 2010, allí fueron secuestrados y asesinados 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, cuando viajaban de manera clandestina hacia Estados Unidos, masacre atribuida al cártel de Los Zetas, que supuestamente intentó reclutarlos a la fuerza.
“Lo que queremos es seguir investigando porque no queremos que se repitan casos lamentables, horrendos, como los de San Fernando, tenemos que cuidar a los migrantes y no dejarlos sin protección”, dijo López Obrador.
Como parte de la investigación, autoridades mexicanas han pedido información tanto a los gobiernos centroamericanos como al de Estados Unidos, informó el presidente.
Según autoridades, grupos criminales secuestran a hombres que viajan en carreteras para obligarlos a sumarse a sus filas.
En México hay más de 40.000 personas reportadas como desaparecidas, según cifras oficiales, muchas de ellas en medio de la violencia ligada al narcotráfico.
Tamaulipas, donde actúan los cárteles del Golfo y Los Zetas, es uno de los distritos que reporta el mayor número de desaparecidos.
AFP