Las autoridades colombianas en zona de frontera están tras la pista de un general del Ejército de Venezuela, que sería el enlace de una red criminal que operaba en el Catatumbo para traficar droga hacia Estados Unidos, México, Guatemala y Honduras desde pistas clandestinas en el vecino país, publica Infobae.
Esta semana la Fiscalía desmanteló una red de narcotraficantes que, entre febrero de 2017 y septiembre de 2018, habría enviado a Honduras más de cinco toneladas de cocaína colombiana desde Venezuela, donde la droga era recibida por un militar de alto rango de ese país, quien además coordinaba su producción en territorio nacional.
El operativo en el que fueron capturadas siete personas es el resultado de dos años de investigación de la Fiscalía y la Policía Nacional, luego de que las autoridades hondureñas alertaran sobre tres naves con droga colombiana que fueron derribadas por ellos y otras que se accidentaron en su territorio al parecer por sobrepeso.
El 14 de septiembre de 2018, entre las ciudades hondureñas de El Progreso y San Pedro Sula, fueron capturadas dos personas que hacían parte de esa red cuando transportaban 464 kilos de cocaína en un camión tipo grúa; detalla el diario El Tiempo.
Tras hacer seguimiento a la banda criminal, las autoridades colombianas pudieron establecer que la cocaína era procesada en laboratorios propios ubicados en el corregimiento de La Gabarra, zona rural de Tibú, uno de los municipios del Catatumbo en el departamento fronterizo de Norte de Santander.
La droga era sacada por los pasos ilegales donde los recibía el general venezolano para embarcarlos hacia Centroamérica. De esa forma también sacaron 10 toneladas más con destino a Estados Unidos. El cabecilla de la organización criminal fue identificado como Héctor Julio Rubiano Montegro, alias ‘Boyaco’ o ‘Don Jediondo’, quien fue uno de los capturados.
Los otros detenidos fueron Víctor Julio Leal García, alias ‘Suspicio’ o ‘Chamo’; Luis Fernando Acosta González, alias ‘Pana’ o ‘Sebastián’; Atalíbar Ariza González, alias ‘Caimán’; Juan Carlos Pardo Alvarado, alias ‘Adrián’ o el ‘Flaco’; Julio César Echeverri Narváez, alias ‘Olafo’ o ‘Valentina’; y Jorge Eliécer Torres Prieto, alias ‘Memo’ o el ‘Calvo’.
Estas personas serían las encargadas de llevar a cabo todo el proceso de producción, transporte y comercialización de la droga. Otros tenían la tarea de manejar las divisas en Medellín -centro de operación de la red- y de comprar los insumos para el procesamiento del clorhidrato, según afirmó Claudia Carrasquilla, directora nacional especializada contra el crimen organizado, a RCN Radio.
Los capturados serán vinculados a un proceso de extinción de dominio -de acuerdo con Carrasquilla-, tras comprobarse que son dueños de varias propiedades de alto valor que compraron con las ganancias del negocio del narcotráfico.