No hay palabras para describir lo que sucede en el Zulia. Por supuesto la capital, Maracaibo, concentra la mayor cantidad de habitantes y ha tenido históricamente una poderosa actividad comercial. Hasta ahora ha sido punto central de las actividades culturales y académicas y referencia válida para cualquier actividad independientemente de su naturaleza.
Pero la realidad de hoy es radicalmente contraria a lo que ha sido. Parece una tragicomedia escrita a la media distancia para evitar interpretaciones contrarias a lo que se desea trasmitir. El Zulia y su capital están muy mal y caminan hacia peor. No hay nada que indique una pronta recuperación. Muchas señales en la dirección contraria. No hay luz, no hay agua, la inseguridad de las personas, de las familias y de las empresas productivas, es indescriptible. Los asaltos y saqueos ya están llegando hasta las puertas de las casas de habitación como respuesta de una población exhausta con hambre y mucha sed. En ocasiones se confunde con venganza que se cobra a quienes aún viven más o menos bien, aunque sea en condiciones precarias.
Maracaibo tuvo la primera empresa generadora de electricidad que hubo en Venezuela. También la primera telefónica y, entre otras cosas, el primer hospital debidamente organizado, el hoy Hospital Central Dr. Urquinaona. ENELVEN fue un ejemplo para todos. En estos veinte años de socialismo comunistoide todo ha sido destruido. Sólo quedan los restos de lo que fueron las empresas petroleras de antes de la nacionalización y los residuos de una PDVSA y empresas filiales en estado de liquidación gracias a la incapacidad, ignorancia y altísima corrupción de quienes la han manejado hasta ahora y conocidos enchufados del régimen. Da pena y dolor recorrer la Costa Oriental del Lago y ver una especie de cementerio general de empresas y contratistas arruinadas. El desempleo es general. Hasta el aspecto físico y la vestimenta de la gente ha cambiado.
La situación del sector agropecuario, integralmente considerado, es de las cosas que más me han afectado. Me identifico plenamente con estos verdaderos héroes de la resistencia auténtica. La producción de leche, carne, frutas, vegetales diversos y hasta algunos rubros de exportación están liquidados. El tráfico de influencias, la matraca civil y militar es terrible de acuerdo a las versiones de las víctimas. La presencia de verdaderas estructuras del crimen organizado ha incrementado el cobro de vacunas y las actividades del narcotráfico, incluida la presencia de la gente del ELN y disidentes de las FARC que operan como locales en las zonas fronterizas y en el interior del Estado.
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Los logros alcanzados con la descentralización y afirmación autonómica de la región están liquidados. Todo vuelve a manos del poder central. El actual gobernador, desgraciadamente un agente activo del retroceso. Ineficiente y peligroso.
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