El líder independentista catalán Carles Puigdemont expresó este jueves su “solidaridad” con el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, después que Ecuador le retirara su asilo político tras una serie encontronazos, algunos relacionados con el intento de secesión en España.
“Estoy muy consternado por la detención de Julian Assange en Londres. Los derechos humanos y especialmente la libertad de expresión están siendo atacados una vez más en Europa”, tuiteó Puigdemont, residente en Bélgica, quien expresó su “solidaridad” contra esta situación “injusta”.
La policía británica detuvo este jueves al experto informático en la embajada ecuatoriana en Londres, donde había encontrado refugio en 2012 para escapar a una orden de detención europea emitida por Suecia debido a acusaciones por presuntos delitos sexuales.
El experto informático de origen australiano afirmaba que todo se trataba de un plan de Estados Unidos para extraditarlo y juzgarlo por la publicación en 2010 de cientos de miles de documentos secretos, que pusieron a Washington en un fuerte compromiso.
La larga reclusión de Assange hizo que su estrella y protagonismo se fueran apagando. Hasta que en noviembre de 2016 se inmiscuyó en las elecciones estadounidenses y en octubre de 2017 lo hizo en el proceso independentista catalán, que le valieron avisos del gobierno ecuatoriano.
Quito anunció en marzo de 2018 haber cortado los sistemas de comunicación del australiano con el exterior, estimando que falto a su compromiso por escrito de no publicar mensajes que constituyan una injerencia en la relación de Ecuador con otros países.
En diciembre de 2017, el presidente ecuatoriano Lenín Moreno, pidió a Assange no intervenir en la crisis separatista de Cataluña después de que el ciberactivista usara la red social Twitter para apoyar la campaña de independencia catalana y acusar al gobierno central español de “represión”.
Tras el intento fallido de independencia unilateral de Cataluña en octubre de 2017, Carles Puigdemont se marchó a Bélgica para esquivar las acciones judiciales en España, desde donde intenta internacionalizar su causa. AFP