El salario mínimo en Venezuela es cinco dólares mensuales, cuya traducción en moneda nacional es Bs 18.000. El más bajo del mundo. Ello significa una vergüenza para los habitantes de este martirizado país. En la nación con las mayores reservas de petróleo del hemisferio occidental, sus ciudadanos devengan un salario miserable. Se estima que aproximadamente 40% de los trabajadores reciben ese salario de hambre y cuya cobertura se concentra principalmente en la Administración Pública. Así, por ejemplo, en el sector educativo, literalmente todo el personal de apoyo, incluyendo secretarias, bedeles, entre otros oficios ganan apenas salario mínimo. Algo similar ocurre en el otro gran empleador del sector público, el ministerio de Salud, donde las enfermeras, camareras y personal administrativo igualmente son remunerados con el salario mínimo.
En las alcaldías y gobernaciones también predomina el salario mínimo como medio de pago. Un caso que llama la atención es el de las instituciones policiales y militares. Un agente del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, gana apenas cinco dólares más un bono que no llega a medio dólar y una bolsa de comida. Un agente de la Policía Nacional Bolivariana, recibe un pago similar al del CICPC. El caso de los funcionarios del Servicio Bolivariano de Información (Sebin) no es diferente. De esta manera, un agente devenga apenas cinco dólares más un bono complementario de menos de veinte centavos de dólar. Con relación a la Fuerza Armada Nacional, en su componente Guardia Nacional, un Sargento Segundo recibe como remuneración cinco dólares más un bono más la bolsa de comida. Más allá de la humillación que para los funcionarios significa un salario tan bajo, es un peligro para la sociedad y para los propios funcionarios, porque éstos ante una condición de vida tan precaria que de ello se deriva pudiesen estar tentados a cometer actos delictivos para obtener un ingreso extra o tan grave como lo anterior, no cumplir con sus funciones de proteger a la sociedad.
Los tres millones y medios de pensionados no están mejor. Ellos también reciben cinco dólares más uno que otro bono. Como puede apreciarse más de cuatro millones de venezolanos devengan un salario miserable. Por su parte, en el sector privado el salario mínimo promedio es un poco más de veinte dólares, también insuficiente. Por donde se le mire se trata de salarios extremadamente bajos. Para que tengamos una referencia, el salario mínimo de Venezuela apenas alcanza para comprar el 5% de la canasta alimentaria o tal vez menos. Pero los Bs 18.000 hoy equivalen a Bs. 1.800.000.000.000, es decir, un billón ochocientos mil millones, una vez que le agregamos los ocho ceros que a la moneda le quitó las reconversiones monetarias. Por tanto, el problema no es principalmente que el salario sea bajo, sino que la inflación es muy alta. Por ello, el Plan País busca abatir la hiperinflación para revalorizar el salario real de los venezolanos para que no sigan ganando los miserables cinco dólares.