Un año después del inicio de las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, opositores nicaragüenses pretenden manifestarse este miércoles contra la represión y las detenciones sufridas en los últimos 12 meses, pese a una prohibición policial.
“Vamos a ir a la calle, no nos vamos a inmovilizar por el miedo porque no podemos. Hace un año fuimos protagonistas en la calle y vamos a salir nuevamente”, dijo a la AFP, la universitaria Dolly Mora, de la coalición opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), que organizó la protesta.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD), que agrupa a empresarios, estudiantes y la sociedad civil, respaldó la convocatoria a marchar para conmemorar el inicio del estallido social contra Ortega.
La represión a las protestas iniciadas el 18 de abril de 2018 hundió a Nicaragua en una grave crisis política que erosionó la economía, con una contracción del 3,8% del PIB y la pérdida de 294.000 empleos, según el Banco Central.
Los gremios empresariales estiman por su parte que la economía se contrajo en un 4% el año pasado, con 400.000 puestos de trabajo perdidos.
La policía negó la autorización a la marcha alegando que sus organizadores “estuvieron involucrados en graves alteraciones al orden público” en el pasado.
El gobierno mantiene una prohibición de manifestarse desde septiembre, cuando declaró ilegal las protestas y amenazó con acusar a los organizadores de alterar el orden y la seguridad ciudadana.
Horas antes de la marcha denominada “Todos somos abril”, prevista para las 20h00 GMT, había una fuerte presencia de paramilitares y policías armados en varios puntos de la capital.
Ortega, un exguerrillero de 73 años, gobierna desde 2007 y es acusado por la oposición de corrupción y de instaurar una dictadura junto con su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
“Hasta aquí”
“El pueblo de Nicaragua le ha puesto un hasta aquí a la dictadura, aunque aún este en el país”, declaró a periodistas la abogada Azahalea Solís, integrante de la ACJD. “Ha dejado demostrado que el régimen no está habilitado para gobernar, ha desnudado al régimen en su faceta de represor”, agregó.
Dolly Mora confió por su parte en que las fuerzas de seguridad respeten la integridad física de los manifestantes. “Esperamos que no disparen ni hagan un uso de violencia tan irracional, pero también sabemos que van a reprimir”, dijo.
Organizadores de la marcha daban recomendaciones a la población para no exponerse a la acción policial, como andar en grupos de no menos de 10 personas, detectar rutas de salida y lugares para resguardarse en caso de agresión.
En Managua, donde los empleados de las oficinas públicas se fueron de vacaciones por la Semana Santa, se apreciaba a primera hora un ambiente calmo con pocos transeúntes en las calles, aunque la presencia de fuerzas de seguridad creció al acercarse la hora de la marcha.
“Estamos a la expectativa, midiendo el pulso de la calle y estaremos manteniendo la convocatoria” a la manifestación, enfatizó Jérez, también miembro de la ACJD.
La alta comisionada de la ONU para los derechos Humanos, Michelle Bachelet, llamó el martes al gobierno a asegurarse de que las fuerzas de seguridad “garanticen los espacios necesarios para que las personas se reúnan pacíficamente”.
Bachelet pidió “a las autoridades que tomen medidas con el fin de evitar el uso excesivo de la fuerza” tras señalar que en la represión el año pasado “más de 300 personas resultaron muertas, 2.000 heridas, 62.000 desplazadas fuera del país y varios cientos de personas han sido privadas de libertad”.
AFP