Venezuela se convirtió hace dos años en el primer país en solicitar su salida de la Organización de Estados Americanos (OEA), una medida que supuestamente se hará efectiva este sábado 27 de abril, pero que el presidente encargado de la República, Juan Guaidó, asegura haber frenado.
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Mientras, el chavismo ha convocado para mañana una marcha en Caracas para “celebrar” la salida de la organización por iniciativa de Nicolás Maduro.
Entonces, ¿Venezuela se retirará mañana de la OEA o no? La respuesta depende de a quién se formule la pregunta, aunque el director del centro de análisis Diálogo Interamericano, Michael Shifter, lo resume así: “Parece que Maduro se va de la OEA y Guaidó está entrando“.
Estas son las diferentes posturas sobre el tema:
1. LA VENEZUELA DE MADURO
El 27 de abril de 2017, Maduro anunció el retiro de su grupo de la OEA después de acusar de “intervencionismo” al organismo y a su secretario general, Luis Almagro, por haber convocado una reunión de cancilleres sobre la crisis venezolana pese a la oposición frontal de Caracas a esa sesión.
Para efectuar esa salida, Maduro denunció la Carta de la OEA, el documento fundacional del organismo firmado en 1948.
En su último discurso, el 9 de abril, una de las representantes chavistas, Asbina Ixchel Marin, acusó a Almagro y a otros países de haber convertido a la OEA en un “cascarón vacío impotente para defender sus propios principios” y aseveró: “Nos vamos y a esta OEA nunca vamos a regresar”.
Según el reglamento del organismo, cualquier país que denuncia la Carta de la OEA puede retirarse cuando se cumplen dos años de ese acto, pero solo si está al día en el pago de sus cuotas.
Actualmente, la deuda de Venezuela con la OEA asciende a 12 millones de dólares, pero los representantes de Guaidó ya han asegurado que la asumirán para seguir en el organismo.
2. LA VENEZUELA DE GUAIDÓ
El 8 de febrero, Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por 54 países, envió una carta a Almagro en la que expresaba “formalmente la decisión del Estado venezolano” de dejar sin efecto la denuncia de la Carta efectuada por Maduro para que Venezuela permaneciera en el ente panamericano.
Almagro dio el visto bueno a esa solicitud y el 10 de abril aceptó las cartas credenciales del venezolano Gustavo Tarre, que un día antes había recibido el aval de 18 de los 34 miembros activos de la OEA para ejercer como “representante permanente” por designación de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), presidida por Guaidó.
La designación de Tarre fue aprobada mediante una resolución, que fue rechazada por nueve Estados (Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Granada, México, San Vicente y las Granadinas, Surinam Uruguay y Venezuela), mientras que seis se abstuvieron, entre ellos Nicaragua y El Salvador.
3. ¿CUÁL ES LA POSICIÓN DE ALMAGRO?
Cuando Guaidó se juramntó como presidente el 23 de enero, Almagro aseguró que el “reloj” de salida se paraba en ese mismo momento.
El secretario general de la OEA, una de las voces más críticas contra Maduro, ha dado la bienvenida al organismo a Tarre y ha prometido que prestará ayuda al Ejecutivo de Guaidó para fortalecer el sistema electoral y servir de observador cuando se convoquen nuevos comicios.
4. ¿QUÉ PIENSAN LOS EXPERTOS?
Shifter, uno de los analistas de Washington más reconocidos sobre Latinoamérica, explicó que la situación en la OEA refleja la “ambigüedad” que vive Venezuela con Maduro como presidente de facto pero sin legitimidad; y Guaidó, que asegura que la Constitución le obliga a reclamar la jefatura del Estado como líder de la AN.
La decisión de Guaidó de permanecer en la OEA es, para Shifter, una “estrategia política” para captar mayor apoyo internacional.
Por el momento, Guaidó ha conseguido colocar a sus representantes en dos organismos: la OEA y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que el 15 de marzo reconoció como gobernador del país al economista Ricardo Hausmann, exministro del segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993).
5. ¿Y EE.UU.? ¿Y EL GRUPO DE LIMA?
EE.UU. y el Grupo de Lima han respaldado a Guaidó desde el primer momento y, por eso, consideran que Venezuela permanece en la OEA.
No obstante, durante un tiempo, intentaron aprobar su suspensión, la mayor forma de sanción que tiene el organismo y que en sus 70 años de historia solo ha aplicado a Cuba y Honduras.
En su última Asamblea General, la cita que reúne a los cancilleres de los estados miembros, EE.UU. y el Grupo de Lima consiguieron aprobar una resolución que abría la puerta a la suspensión de Venezuela del organismo y que desconocía la reelección de Maduro en las elecciones de mayo de 2018.
La aprobación de esa resolución sirvió para dar base legal a los pasos que llegaron más tarde: el 10 de enero el desconocimiento de la toma de posesión de Maduro y, luego, el reconocimiento de Tarre.
En ese momento, el canciller de la dictadura, Jorge Arreaza, se burló de esa resolución y consideró que era “todo un absurdo” porque: “Nosotros ya nos fuimos”.
Con información de EFE