En la sala de espera de cuidados intensivos, aguardaban impacientes los familiares de Luis Aguilera y Milagros Gutiérrez, ambos víctimas de la represión estatal. Estaban sentados en lados opuestos de la habitación, pero compartían la misma pena. Como un solo grupo, conversaban e intercambiaban información, preguntaban por el estado del otro y se lamentaban. A un costado de las sillas de metal, yacía una bolsa negra con las vestimentas ensangrentadas de Luis. Así lo reseñó el medio El Estímulo.
El hombre de 37 años de edad es residente de la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de Caracas, y recurrente manifestante opositor. La mañana de este martes, luego de conocerse el madrugonazo militar, Luis agarró su moto y se fue para la calle, como a las 10: 30 a. m., estimó Mónica Rangel, esposa de la víctima.
“Yo estaba en la casa con mi hija (una niña de 7 años de edad) cuando recibí la llamada de acá de la clínica. Me dijeron que estaba en quirófano y que estaba muy grave”, comentó. El arrollamiento se suscitó alrededor de las 12 del mediodía y Aguilera debió ser sometido a una cirugía de, por lo menos, tres horas.
“Cuando pude hablar con él empezó a llorar y me pidió disculpas por haberse ido a marchar”, comentó Mónica completamente desencajada.
El parte médico señala que tiene fractura pélvica con incontinencia digestiva. Esto significa que el movimiento de la cadera comprometió sus esfínteres, el colón, el intestino, por lo cual no es capaz de defecar por su cuenta. Además, Aguilera tiene 6 costillas fracturadas y una perforación en el pulmón.
Continúe leyendo la noticia aquí.