El primero de mayo el pueblo de Venezuela salió masivamente a la calle, el país se hizo ingobernable, el sentimiento de rechazo para quienes han dirigido la república en los últimos veinte años es cada día mayor. La desconfianza de la población se ha generalizado, en medio de un colapso económico, político, social y estructural que se vive en el país; ante escandalosos hechos de corrupción, ineficiencia, narcotráfico, lavado de dinero, violación de los derechos humanos, muertes, presos, colapso de los servicios públicos, invasión de grupos armados, entre otros factores que alimenta el fracaso del socialismo venezolano y la ingobernabilidad del país. Lo que acelera el cambio político que demanda el pueblo de Venezuela en las calles, exigiendo el cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres. Único camino para recuperar la confianza de los venezolanos con un nuevo Consejo Nacional Electoral, autonomía real de los poderes públicos que nos permita recuperar la paz social y la gobernabilidad de Venezuela.
El pueblo venezolano es trabajador, civilista, pacifico, pero también es libertario, se cansó, un pueblo que ha sido degradado, humillado; lo que estamos viviendo es una condena colectiva desde todo punto de vista. Los ciudadanos han perdido el miedo y rompió el silencio con una contundente y masiva participación, en las protestas cívicas que ocurren a diario en el país, en respaldo a la ruta por el cambio aprobada por la Asamblea Nacional y liderizada por el Presidente encargado Juan Guaidó.
Después de veinte años de lucha, el pueblo se decidió a lograr la libertad de Venezuela, una etapa de la historia donde los protagonistas son los miles de hombres y mujeres que salen todos los días a las calles, exigiendo el cese de la usurpación, y el inicio de una nueva etapa para la reconciliación, la paz, el bienestar de una sociedad que se cansó de tanto sufrimiento.
Ya basta, los venezolanos vivimos en las manos de un grupo de usurpadores del poder, un estado ineficaz, que lamentablemente ha multiplicado la delincuencia, y sin capacidad de resolver los verdaderos problemas del país, ya que ellos en sí, son el problema principal. Un gobierno que permitió compartir nuestra soberanía con grupos ilegales armados, que crecen y conquistan territorio y poder dentro de la geografía venezolana, con la bendición del estado, socio de hechos ilícitos, penados por la ley.
Freddy Paz
@freddyspaz