La refinadora estadounidense Citgo intentó firmar un contrato con una empresa propiedad de un venezolano acusado por el gobierno de Estados Unidos de estar envuelto en el tráfico de drogas, según una denuncia que presentó una exdirectora de recursos humanos de la compañía ante un tribunal de Texas.
Marisol Gómez dijo en el documento que fue despedida tras negarse a aprobar un contrato con una firma propiedad de Samark López, quien en 2017 fue incluido por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro en una lista de sancionados por su participación en el comercio de drogas.
Las órdenes fueron del expresidente de Citgo Nelson Martínez, quien fue arrestado en 2017 como parte de una investigación sobre corrupción y murió bajo custodia de la policía de inteligencia el año pasado, según el documento.
“Gómez se negó repetidamente a participar en las acciones ilegales en las que Martínez le pidió participar”, dijo el expediente que está en el Tribunal de Distrito del Condado de Harris en Texas, donde Gómez busca una compensación “de más de 1 millón de dólares” por despido injustificado.
“Como resultado, por orden de Martínez, el 14 de marzo de 2017 Gómez fue despedida porque se negó a cometer los actos ilegales que Martínez le había pedido”, agregó el documento.
El expediente dice que Martínez ordenó a Gómez firmar un contrato con una compañía de propiedad de su hijo y revisar el plan de pensiones de Citgo de tal manera que aumentara sus propios pagos de pensiones.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo que López está vinculado con las actividades de tráfico internacional de narcóticos realizadas por Tareck El Aissami, quien actualmente es Vicepresidente de Economía.
El presidente Nicolás Maduro ha reconocido actos de corrupción en la industria petrolera, pero niega que los funcionarios estén involucrados en el tráfico de drogas.
Citgo, PDVSA y el Ministerio de Información de Venezuela no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Reuters no pudo obtener el comentario de Samark López.
Reuters