El presidente de Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución, Vicente Brito, analizó desde el mes de enero del presente año a la fecha, nos encontramos que “el producto interno bruto (PIB) se ha venido reduciendo mes a mes. Lo cual significa que todos los sectores de la economía siguen disminuyendo su capacidad productiva y comercial”.
“Sus efectos en lo social son evidentes al disminuir buena parte de las fuentes de empleo y observarse una caída sostenida en la producción nacional. Lo podemos evidenciar en la perdida de puestos de trabajo por el cierre parcial o total de empresas. Lo cual reduce los ingresos familiares, con sus efectos en que sigue disminuyendo el consumo de alimentos esenciales como la carne, el pollo, embutidos, quesos y la leche. Así lo indican los organismos como la FAO y múltiples organismos especializados en estos análisis”, indicó.
Señala que “unido a los incrementos de precios como resultado de los elevados niveles inflacionarios que tiene el país, causados por la política monetaria expansiva del Banco Central como medio para cubrir el creciente déficit fiscal. Siendo esta la causa de la hiperinflación en la que nos encontramos con sus efectos devastadores en los crecientes niveles de pobreza”.
“Sobre todo en la pobreza extrema la cual ya supera el 40% de las familias Venezolanas, son aquellas que consumen muy poca proteína animal y apenas se alimentan de manera precaria dos veces al día, con ingresos familiares totales mensuales menores a cinco salarios mínimos. Se estima que más de diez millones de venezolanos se encuentran en esta situación, observándose evidentes signos de desnutrición en muchos de ellos”, resaltó.
Asegura que en todas las actividades económicas “se observa una reducción de la capacidad productiva y comercial, podemos destacar las de mayor importancia: Agricultura, Ganadería, Avícola, Industrial, Petrolera, Comercial, Turismo, Construcción, Minería, transporte, pesca, etcétera”.
“Las que tienen mayores afectaciones de su producción son las relacionadas al sector público las cuales han disminuido entre un 70% y 80% de su capacidad instalada en los últimos 8 años. Las empresas privadas han logrado sostener sus actividades y si bien buena parte han resultado afectadas, estas han echo posible que entre un 80% al 90% de lo que se produce y comercializa en el país sean empresas privadas”, insistió.
“Lo angustiante es que no se ven iniciativas que faciliten soluciones, a la compleja situación por la que atraviesa el país y afectan a la casi totalidad de los Venezolanos. Las excesivas limitaciones que afectan a las familias se hacen evidentes y lo podemos observar en la poca capacidad de consumo de que disponen. Encontrándose con que las posibilidades de mayores salarios para mejorar el ingreso total familiar, son difíciles a pesar de los conocimientos profesionales o técnicos que se puedan tener. Como resultado seguimos con elevados niveles de emigración de venezolanos que buscan en otros países mejores oportunidades para ellos y sus familias. Una triste indicación de la compleja situación en la que vivimos la Nación Venezolana”, finalizó.