Especial La Patilla: Los rusos se aprovechan de la debacle de Pdvsa en el mercado de EEUU

Especial La Patilla: Los rusos se aprovechan de la debacle de Pdvsa en el mercado de EEUU

Imagen del buque petrolero Namsen, del tipo suezmax

Desde el año 2013 refinadores de Estado Unidos no compraban petróleo a Rusia, pero esto parece haber cambiado esta semana.

Por DMB | lapatilla.com

Tres barcos petroleros que cargaron crudo en el puerto ruso de Novorossiysk, ubicado en el Mar Negro, se encuentran dos de ellos, el Frio y el Namsen, en el ancla de Big Stone Beach, en la bahía de Delaware, en la Costa Este de EEUU, mientras que un tercer buque procedente de Novorossiysk, el Psara I, se encuentra en el puerto de Sabine, en Texas.





El Psara I, un suezmax con capacidad de 1MM de barriles, partió de Novorossiysk el 20 de marzo, el Frio, un suezmax de 1 MM de barriles de capacidad partió el 7 de abril y el Namsen, también suezmax de 1 MM de barriles, partió el 15 de abril.

El Frio y el Namsen en operaciones de lightering

En las operaciones de transferencias barco a barco (STS en inglés) el buque que descarga a buques más pequeños, el buque madre, se le denomina Ship to be lightered (STBL en inglés). Es al caso de los buques Frio y namsen, que por su calado (aprox 90 pies) no pueden ingresar navegando al río Delaware, que admite un calado máximo de 40 pies.

Los buques de transferencia de los SBTL a los terminales de las refinerías en la Costa del Este, “lighteringson buques con un peso inferior a las 50 mil toneladas de peso muerto, y también se utilizan barcazas atadas a remolcadores.

Los posibles compradores

En la zona de influencia del río Delaware en EEUU entre los estados New jersey y Delaware hay unas quince refinerías en operaciones.

Pertenecen a las empresas PBF Energy, Monroe Energy, Sunoco, Phillips 66, Reliant Energy. De lado ruso no son muchas las opciones, y quizás Rosneft sea uno de los vendedores.

Por un lado la retórica, por el otro los intereses

Como dicen algunos analista, Venezuela es relativamente barata para Rusia. Pero los rendimientos potenciales de la inversión de Moscú allí podrían ser invaluables.

A cambio de modestos préstamos y rescates en la última década, Rusia ahora posee partes significativas de al menos cinco campos petroleros en Venezuela, junto con 30 años de producción futura de dos campos de gas natural del Caribe.

El régimen de Maduro también le dió en garantía 49,9 por ciento de Citgo, su compañía de propiedad total en los Estados Unidos, que tiene tres refinerías de la Costa del Golfo y una red de oleoductos en todo el país, valorados en más de 7 mil millones de dólares, como garantía al gigante  Rosneft, por un préstamo de apenas 1.500 millones de dólares.

Gran parte del crédito de Rusia ha sido repagado con exportaciones de petróleo que suministran, entre otras instalaciones, una importante refinería rusa en India, construida para manejar crudo pesado de estilo venezolano.

Esta semana las agencias internacionales reseñaron una delaración del presidente ruso “Como saben, hace unos días tuve el placer de hablar por teléfono con el presidente de Estados Unidos y tengo la impresión de que el Presidente está dispuesto a restablecer las relaciones ruso-estadounidenses”, dijo Vladimir Putin

De esa manera trasladó al secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, que Moscú querría “recuperar totalmente las relaciones”, según ha informado la agencia rusa de noticias Sputnik.

Horas antes, durante una reunión en Sochi con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, Pompeo dijio que Washington “no tolerará” ningún tipo de injerencia en las elecciones que se celebrarán en 2020, si bien recalcó que el país norteamericano busca “lograr una mejora” de las relaciones bilaterales.

Pompeo reconoció este lunes que las conversaciones con Lavrov en Sochi fueron un paso hacia la dirección adecuada. “Trump ha dejado claro que espera que tengamos una mejor relación entre los dos países. Creo que nuestra reunión fue un buen paso en esta dirección”, señaló.

Los débiles resultados de la apuesta geopolítica de Putin por el régimen de Maduro, que no tiene el reconocimiento de las democracias occidentales, podría verse compensado por los intereses económicos. Los rusos saben de la destrucción operacional que el socialismo ha causado en la petrolera estatal Pdvsa. Y saben muy bien, que si quieren asegurarse compradores para el crudo que produzcan acá, deben mirar el mercado estadounidense.

Quizás estos barcos sean la muestra de “recuperar totalmente las relaciones” de la que habló Pompeo (lapatilla.com)