Antonio Banderas es uno de los actores españoles más conocidos, tanto dentro como fuera de las fronteras de su país natal, y uno de los más queridos también por su eterna amabilidad, pero le faltaba un gran reconocimiento profesional y lo ha logrado este sábado en Cannes.
El Festival de Cannes le ha premiado como el mejor actor de su 72 edición por su trabajo en “Dolor y gloria”, de Pedro Almodóvar, el cineasta que mejor ha sabido dirigirle.
Banderas, de 58 años, interpreta en el filme a un cineasta en horas bajas en el que muchos han querido ver al propio Almodóvar, algo que el actor confirmó al recoger el premio.
El malagueño señaló en la rueda de prensa de presentación del filme en Cannes que pasó los meses más felices de su vida como actor durante el rodaje veraniego de “Dolor y Gloria”.
“Eso no me lo puede quitar nadie”, afirmó el actor conteniendo las lágrimas y la emoción.
Banderas se mostró generoso con Almodóvar, un director que le conoce bien y que sabe sacar lo mejor de él, que supo rebuscar “en esa maraña de cosas que supuestamente había aprendido” durante los 22 años que no habían trabajado juntos, hasta que se reencontraron en “La piel que habito” (2011).
Pero en aquel rodaje estuvieron enfrentados creativamente y cuando recibió el guion de “Dolor y gloria”, simplemente se rindió y eliminó todas las cargas que llevaba tras más de cien películas rodadas y se tiró “de verdad al barro” para “buscar la verdad” partiendo de cero. Ese fue el trato con Almodóvar y el resultado es una gran interpretación que ha recibido el premio de Cannes.
Banderas recuperó con este filme la esencia de la interpretación, tras haber sufrido hace poco más de dos años un infarto que le llevó a cuestionarse toda una vida dedicada al cine.
Una carrera que comenzó cuando salió de su Málaga natal, a los 19 años, con 15.000 pesetas en el bolsillo, para estudiar en la Escuela de Arte Dramático, en Madrid.
Almodóvar fue uno de los primeros en darle una oportunidad en “Laberinto de pasiones” (1982), a la que seguirían “Matador” (1986), “La ley del deseo” (1982), “Mujeres al borde de un ataque de nervios” (1988) y “¡Átame!” (1989).
Su éxito en España y, especialmente con el cineasta manchego, le abrió las puertas de Hollywood, donde debutó con “The Mambo Kings”” (1992).
La popularidad la consiguió en el mercado americano con su papel en “Philadelphia” (1993) pero, sobre todo, con la recuperación de una leyenda mexicana, ‘el Zorro’; como el Che Guevara en “Evita”; la saga “Spy Kids” y poniendo la voz al gato con botas en “Shrek”.
Y aunque no ha parado de trabajar y hasta se ha lanzado a la dirección con “Crazy in Alabama” (1999) y “El camino de los ingleses” (2006), el reconocimiento más importante le ha llegado en el regreso a sus raíces y al cine con Almodóvar.
Un premio que se une al Goya de honor que recibió hace cuatro años y que culminan 40 años de cine. “Miro atrás y veo 40 años de #cine. Muchas caras, muchas almas, trabajo, sacrificio, alegrías, lo bueno, lo malo, el dolor y la gloria”, dijo ayer en un tuit.
Y con este reconocimiento, se convierte en el sexto actor español en lograr el premio de interpretación de Cannes.
El primero en lograrlo fue José Luis Gómez, en 1976, por su interpretación en “Pascual Duarte”, la adaptación de la novela de Camilo José Cela que realizó Ricardo Franco.
Al año siguiente sería Fernando Rey, por “Elisa, vida mía”, de Carlos Saura, uno de los cineastas españoles habituales de Cannes en aquella época.
Y en 1984 no sería uno sino dos actores españoles los que recibieron el premio. Alfredo Landa y Paco Rabal por su interpretación de Paco el bajo y Azarías en “Los santos inocentes”, adaptación de la novela de Miguel Delibes.
Paco Rabal protagonizó un bonito momento al recoger el premio, cuando murmuró “milana bonita”, expresión que pronunciaba su personaje en el filme.
El último actor español en lograr el premio antes de Banderas fue Javier Bardem, en 2010, por “Biutiful”, de Alejandro González Iñárritu, ex aequo con el italiano Elio Germano por “La nostra vita”.
Ahora es Banderas el que se une al club con un papel que resume la vida de Almdóvar pero que también tiene mucho de resumen de la historia del cine español reciente. | Por: Alicia García de Francisco / EFE