Los españoles votan este domingo por segunda vez en menos de un mes, en esta ocasión para renovar los 8.000 ayuntamientos del país, las asambleas legislativas de 12 de las 17 comunidades autónomas (regiones) y elegir, además, 54 diputados del Parlamento Europeo.
Los comicios de hoy servirán también para comprobar el alcance del vuelco político nacional de las elecciones generales del 28 de abril pasado.
Los socialistas ganaron entonces con mayoría parlamentaria relativa y posibilidades de gobernar, mientras que el Partido Popular (PP, conservador) se hundió, después de haber sido la fuerza parlamentaria hegemónica desde diciembre de 2011.
Los 23.194 colegios electorales abrieron a las 9.00 AM y cerrarán a las 8:00 PM. Están convocados 35,3 millones de votantes en los comicios municipales y 37,3 millones en los europeos, ya que en éstos pueden ejercer el sufragio residentes comunitarios aunque carezcan de la nacionalidad española.
La campaña electoral de los principales líderes políticos estuvo centrada en cuestiones nacionales y mensajes dirigidos a consolidar o remontar, según el caso, los resultados de las elecciones generales.
Está por ver si el PP, que pugna con otros partidos de derecha, es capaz de retener el poder territorial que aún mantiene, como los gobiernos regionales de Madrid, Castilla y León, La Rioja y Murcia.
Y saber también si es capaz de recuperar los ayuntamientos de la capital de España y de otras ciudades importantes, como Valencia, que los conservadores perdieron en 2015 y están gobernadas desde entonces por fuerzas emergentes de izquierda.
Los socialistas, por su parte, tratan de aprovechar el tirón electoral de los comicios nacionales de abril para conservar los gobiernos autonómicos de Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura o Asturias y arrebatarle otras regiones al PP.
Los dos partidos necesitarían el apoyo de otras fuerzas políticas para poder gobernar en ciudades y regiones a causa de la gran fragmentación política del país. O podrían ser necesarios para que otros gobiernen.
Y los resultados electorales y combinaciones políticas en grandes ciudades y regiones podrían influir, a su vez, en la composición del Ejecutivo nacional.
Otra “batalla electoral” fundamental se libra en la región de Cataluña, donde partidos soberanistas y los constitucionalistas pelean por el poder municipal.
Cataluña no celebra en esta ocasión elecciones autonómicas, de manera que el Ayuntamiento de Barcelona, la capital catalana, se ha convertido en el objetivo número uno de los independentistas. El resultado se presenta muy reñido entre izquierdistas, que gobiernan la ciudad, y soberanistas.
Las tensiones independentistas catalanas concentraron buena parte de los mensajes de los líderes políticos, con referencias constantes a los diputados presos provisionalmente por el proceso independentista catalán ilegal de 2017, que han sido suspendidos por el Congreso español de sus funciones.
Uno de ellos, Oriol Junqueras, y el expresidente independentista catalán Carles Puigdemont, huido de la Justicia española, se presentan a las elecciones europeas.
EFE