Nos preguntamos el viernes que cómo le iría en Barinas a Guaidó. En la cuna de Hugo Chávez. Y no solo le fue. A Guaidó le va. Está allí. Presente. Vivo. Barinas respondió al cambio. ¿Y por qué? Así lo reseña konzapata.com
Por Juan Carlos Zapata
Por lo mismo de toda Venezuela. Por el desastre. En Barinas el desastre es más pronunciado. Porque en ese estado nació Hugo Chávez. Luis Herrera dejó obra en Portuguesa, donde nació, y dejó obra en Lara, donde estudió. Y Carlos Andrés Pérez le hizo al Táchira. Y Rafael Caldera a Yaracuy. Con Pérez y Luis Herrera, Barinas se transformó. Por lo general, los presidentes le hacían al estado que los vio nacer. Pero lo de Chávez y los Chávez es insólito. Con todo el poder que acumularon.
Guaidó lo dijo en Sabaneta, viendo el abandono, pero culpando a Nicolás Maduro, estos años de Maduro. Guaidó, estratega, le restó peso a la responsabilidad de Hugo Chávez, porque este sigue estando presente, sigue siendo un sentimiento. Pero el periodista no es Guaidó ni tiene el cálculo de Guaidó y por tanto tiene que recordar el poder acumulado desde el año I de la revolución chavista con el padre, y la madre, y los hermanos, y los sobrinos, y toda la parentela que llega hasta primos y más allá.
Y hay que recordar cómo controlaron la gobernación, y las alcaldías, y el Consejo Legislativo, y cuántos recursos manejaron, y cuántas promesas hicieron, y cuántas tierras expropiaron, y cómo cantaba Chávez aquella canción, Linda Barinas. Y cómo aquellos ministros iban en procesión. Y cómo decían que Barinas no sería lo que es ahora. Igual que toda Venezuela.
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