¿Qué hizo ó dejó de hacer la sociedad para vivir con tanto resentimiento? No sé si es un castigo celestial ó si es qué los venezolanos nunca aprendimos a ser ciudadanos, hemos vivido muchos años de populismo donde nos meten un chip en el cerebro que nos dice: vivimos en un país rico, con cuantiosas reservas de petróleo y eso nos crea una visión de niños ricos dónde papá estado tiene que mantenernos sin que nosotros los ciudadanos hagamos el más mínimo esfuerzo.
Observo que una gran parte de ésta juventud no tiene iniciativa, les cuesta asumir responsabilidades, tomar decisiones… ¿El talento humano se esfumó?, ¿pero, qué tenemos que hacer?
Lamentablemente no hemos aprendido a ser ricos, a exigir respeto por nosotros mismos y mucho menos a poner los pies en la tierra. Nos dejamos engañar fácilmente con historias románticas de finales felices pero cuando vemos la realidad, ésta es muy triste y humillante.
Lo estamos viendo con nuestros ciudadanos que se fueron del país, quienes se fueron por el aeropuerto, los recibieron con honores y están en prestigiosas empresas dando todo su potencial, pero el humilde, el que cruza la trocha, el que tiene hambre y está vendiendo en las calles para sobrevivir . A ese patriota lo están expulsando de los pueblos, los tienen en canchas techadas como refugio improvisado y que por desespero no le queda más salida que robar , esa es parte de nuestra tragedia.
Veinte años, es toda una generación, fueron tantas horas de hablar de un país y al final de la historia lo que resultó fue que se llevaron el dinero, nos quebraron nos hicieron más pobres y nos humillan cada vez que pueden. No es justo, que personas que no participan en política estén llevando el mayor de los pesos. Una vez dijo Kennedy hablando de los Estados Unidos, “No preguntes qué hace tu país por ti, pregunta ¿qué haces tú por tú país?” Es una pregunta muy interesante, tristemente algunos políticos venezolanos lo que han hecho es enseñarnos a que el país tiene que hacer todo por nosotros, cuando la verdad es que cada derecho, genera un deber, que si yo tengo derecho a comer, tengo el deber de producir esa comida pero no en huertos familiares. Estamos repletos de políticas mediocres que creen que somos tan miserables. Por el contrario, trabajando duro, con una economía real, libre, de mercado competitivo y de sostenibilidad en el esfuerzo, donde ganen los mejores con compromiso profundo en el crecimiento y desarrollo del país, al cual debemos dedicar nuestro conocimiento.
La política tiene que ser el trampolín para transformar las cosas, la política debería ser como cuando uno va al mercado y escoge la mejor fruta al mejor precio, eso debería ser la política, la oferta de los mejores y no el empoderamiento de la mentira y el populismo salvaje que mucho daño le ha hecho al país. Pero nosotros tenemos que aprender la lección, si no lo hacemos hemos perdido el tiempo de éste viacrucis donde la cruz cada día que pasa se nos hace más pesada. ¿Perdimos nuestra capacidad de solidaridad? ese gentilicio que nos identificaba como venezolanos? Comencemos a construir algo diferente, dicen que la historia es necesaria conocerla para saber de dónde venimos y que los procesos históricos son cíclicos, rompamos esa cadena y comencemos a construir una historia totalmente nueva, limpiemos las páginas de la conciencia y hagamos en pergaminos propios los trazos de un nuevo amanecer, pero esta vez en positivo, con el concurso permanente para ser de alto nivel, justos, honestos. Recordar éstos 20 años como el más nefasto experimento de algo que no debe volver a ocurrir en nuestro país, y prepararnos para rechazar el día que venga otra persona con resentimiento y falsas promesas y seamos capaces de identificarlo y rechazarlo y evitar que se instale en la conciencia de nuestro pueblo. Venezolanos, peliemos por exigir que cada ciudadano sea mejor, por edificar una conciencia legal y transparente, que el país se dirija por una línea recta, de progreso y desarrollo.
Cada mañana abro los ojos y respiro fuerte, encomiendo mis acciones a Dios y pido por el bienestar de mi país, cada mañana invito a mis hermanos a ser diferentes, a trabajar con alegría, a llenar nuestros corazones de fuerza, no concibo que nos encerremos en la negatividad creo en el porvenir, en el justo equilibrio y que si cada uno de nosotros hace su mejor esfuerzo, seremos capaces de tener un gran país, Venezuela no podrá borrar éstos 20 años pero tenemos una tarea y es sembrar conciencia y alertar a las nuevas generaciones para que no olviden la más terrible de las pesadillas y la más horrible destrucción de un país.
Es hora de comenzar a ver hacia adelante, a reconstruir nuestras ciudades, generar desarrollo productivo, activar nuestra economía, recuperar nuestros servicios y comencemos a producir ciudades libres, competitivas, de grandes liderazgos.
20 años de mentiras y corrupción no es un día, pero tenemos que despertar y reaccionar, cada venezolano debe ser dueño de su propio destino, que no venga un resentido pobre o un resentido rico a tratar de pisotear a más nadie en esta vida y en éste hermoso país con nombre de mujer. Venezuela.
@Griseldareyesq