Un grupo de tres “presos políticos” sufrieron intoxicación en Nicaragua, y se cree que intentaron suicidarse “debido al maltrato que reciben en prisión”, informó este miércoles la abogada defensora Yonarqui Martínez.
“Tenemos entendido que están intoxicados, sabemos de manera extraoficial que los jóvenes (presos) siguen siendo golpeados, de modo que algunos han dicho que prefieren morir antes que seguir siendo maltratados por los custodios”, dijo Martínez a periodistas.
Como abogada de al menos uno de los afectados, Martínez tiene derecho a conocer de primera mano la situación, pero las autoridades del Sistema Penitenciario Nacional le impidieron el ingreso a la cárcel “La Modelo”, la más grande y segura de Nicaragua.
Martínez defiende al convicto Carlos Alberto Aburto, quien sufrió lesiones graves en un ataque violento de los custodios hacia los “presos políticos” en mayo pasado, en una escena en la que el reo de doble nacionalidad nicaragüense y estadounidense, Eddy Montes Praslín, murió al recibir un disparo de un carcelero.
Los nombres de los otros dos “presos políticos” intoxicados todavía se desconocen.
El incidente ocurre 13 días antes de que el Gobierno envíe a “casa por cárcel” a por lo menos 142 “presos políticos”, pese a lo cual estos se encuentran desesperados, según la defensa.
“Ya no aguantan, están siendo torturados psicológica y físicamente”, advirtió Martínez, quien defiende a decenas de “presos políticos”.
Cerca de 800 “presos políticos”, entre opositores y periodistas, se encuentran en las cárceles de Nicaragua, por expresar puntos de vista que no coinciden con los del presidente Daniel Ortega, desde el estallido social de abril de 2018, según organismos humanitarios nacionales e internacionales.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reporta al menos 325 muertos en el marco de la crisis, mientras que organizaciones locales cuentan hasta 594, y el Gobierno reconoce 199.
La CIDH responsabiliza al Gobierno de Ortega por las acciones violentas en medio de la crisis, incluyendo crímenes “de lesa humanidad”.
EFE.