La farmacéutica suiza Roche anunció el lanzamiento de ocrelizumab, el primer anticuerpo monoclonal que frena la progresión de la esclerosis múltiple en etapas tempranas y avanzadas, al detener el ataque a la mielina —capa aislante o vaina que se forma alrededor de los nervios que se encuentran en el cerebro y la médula espinal— y, al hacerlo, se detiene la degeneración neuronal causante de parálisis o movimientos involuntarios, de alteraciones visuales, pérdida de memoria y acervo cognitivos.
Daniel Ciriano, director de Roche para Latinoamérica, explicó en un encuentro en Colombia que “cuando se inhibe la capacidad de ataque del sistema inmunológico que destruye la mielina, en ese momento se detiene la agresión al sistema nervioso y la progresión de la enfermedad”. Este tipo de tratamiento, único en su género que modifica el rumbo de la enfermedad, permite que esa mielina (aislante que recubre las neuronas) se regenere y se restituya.
“Al ir recuperando la mielina, van recuperando sus funciones neurológicas. Lo que se hace, en este momento, son estudios donde se controla la enfermedad y se empieza a ver esa mejoría. Es necesario darle tiempo para ver qué tanto ese proceso de recuperación de la mielina permite revertir algunos daños, pero la no aparición de brotes implica que los pacientes se mantendrán neurológicamente mejor a lo largo del tiempo”, aseguró.
Con el tratamiento, agregó el especialista, “se corta la evolución de la enfermedad. Esto no se había hecho antes en la medicina”.
La gran interrogante
Ciriano refirió que la esclerosis múltiple es una gran interrogante para la ciencia médica, “una enfermedad de la que desconocemos cómo se dispara, pero cuando se activa, algunas células del aparato inmunológico atacan la mielina, es decir, no la reconocen, pueden combatir la tiroides o articulaciones”.
Por ello, precisó, “la peculiaridad de este medicamento es que actúa sobre las células del sistema inmunológico que se interrelacionan con otras que son, finalmente, las que se comen, por decirlo de alguna manera, la mielina”. Abundó que “cuando se logra que esas células que recubren las capas de la mielina no ataquen, se detiene por largo tiempo el proceso de daño de la enfermedad e incluso se puede recuperar dicha vaina aislante (…) Desaparece la agresión, se da tiempo para la recuperación y, en muchos casos, la mielina se restituye”.
Aclaró que los estudios clínicos efectuados con resonancias magnéticas han demostrado que con el método innovador se desaparecen de las imágenes las lesiones de actividad progresiva de la esclerosis.
“Este nuevo tratamiento es el primero en las formas remitentes recurrentes de la enfermedad, que actúa sobre las células B, que tienen un papel clave en la patogenia de la enfermedad. Hasta ahora todas las terapias disponibles lo hacían sobre los linfocitos T y esto abre nuevas oportunidades en al abordaje de la dicho mal. En cuanto a los pacientes con esclerosis, la aprobación supone poner a su disposición un medicamento que permite controlar la progresión del mal y la discapacidad”, resaltó.
Jorge Tanaka, director de acceso y asuntos corporativo de Roche, señaló que los daños severos resultan ya irreversibles, pero el hecho es que ya pueden mejorar la calidad de vida y se cree que puede evitar que mueran 10 o 15 años antes.
Con información de Milenio